
Después de que las autoridades correspondientes hicieran el hallazgo de un cadáver el pasado 10 de julio, mismo que, en apariencia, conservaba características del policía estatal reportado como desaparecido el 5 de julio, todo indica que los trabajos para identificar plenamente al occiso han retomado el curso, ya que, como lo indicó el propio fiscal general, Federico Garza Herrera, será el resultado que arroje el análisis de la huella digital el que establezca la identidad del cadáver.
Asimismo, aseguró que dichas pruebas son un avance importante en el trabajo de la investigación pericial, aunado a las demás pruebas científicas que se están desarrollando para ratificar y esclarecer lo que la Fiscalía ya venía presentando, es decir, la relación del hallazgo del cuerpo con el policía desaparecido.
Todo esto surge a la par de la inconformidad de la familia de dicho elemento de seguridad, ya que, desde que les presentaron el cadáver para que lo reconocieran, estos han negado que se trate de su pariente, argumentando la ausencia de algunas marcas en los brazos, como tatuajes y/o cicatrices.
Ante esto, el fiscal aseguró que después de tener todos los resultados finales, y si la familia sigue negando el parentesco con el occiso, procederán a actuar conforme a protocolo, es decir, llevar a cabo la dinámica de identificación, el cual conlleva recolectar muestras de ADN, huellas digitales y todo aquello que facilite el parentesco de las personas con el cuerpo.