“Este año de plano mi hijo Alexis perderá sus estudios, porque tiene problemas de hiperactividad y es muy inquieto; y necesito estar en todo momento con él para poder enseñarle. Las clases por televisión son muy complicadas, y por teléfono, el mío no tiene aplicación de redes, y no tengo dinero para pagar su consumo”, queja de la señora Sonia Velázquez Bravo, habitante de la colonia los Jacales, ubicada en la periferia del sur de la ciudad.
El problema a que se enfrentan miles de familias de potosinos, para que sus hijos tengan acceso a la educación a distancia que impuso la Secretaría de Educación Pública (SEP) a través de la televisión o de teléfonos con aplicación de redes sociales es difícil, dado que en muchos hogares de colonias y comunidades marginadas en la entidad, no cuentan con el servicio de energía eléctrica o con el servicio telefónico, de tal manera, que ante la falta clases presenciales entre mentores y alumnos, este año miles de alumnos, sobre todo, los que viven en situación de pobreza, perderán un ciclo escolar.
Quisiera estar con mi hijo todo el día dándole clases, pero la verdad no puedo, tengo que salir a trabajar todos los días, voy a “pepenar” basura, no tengo empleo; trabajaban en la zona industrial, y hace 6 meses me corrieron por la contingencia de la pandemia, y ahora, que puedo salir de casa a trabajar, pues aprovecho para buscar los alimentos para Alexis y mi otra niña pequeña, soy madre soltera, y no tengo apoyo del gobierno, aclara Sonia Velázquez.
Para esta afligida ama de casa, estos momentos de falta de empleo, lo primordial es llevar los alimentos al hogar, y no está por el momento en sus preocupaciones la educación de sus hijos. Antorchistas de los Jacales, ayudan con el cuidado de sus hijos mientras ella se va al trabajo, y a su manera, les enseñan a leer y escribir, y procuran llevarles un poco de comida diariamente.
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