Un padre Wirarika, se encuentra en la cima de la felicidad mientras observa con orgullo las fotos de la graduación de su hijo. Este momento culmina años de esfuerzo, dedicación y sacrificio, desde el instante en que sostuvo a su hijo por primera vez hasta el día en que lo vio recibir su diploma.
Hace 18 años, en una pequeña comunidad Wirarika en la sierra de San Luis Potosí, un padre recibió a su hijo con lágrimas de alegría y esperanza. Desde aquel primer abrazo, se prometió a sí mismo que haría todo lo posible para darle una vida mejor, llena de oportunidades que él mismo no había tenido.
El 18 de junio de 2024, ese futuro se hizo presente. En la escuela preparatoria de Real De Catorce «Dionisio Zavala Almendárez», el joven se graduó entre aplausos y felicitaciones. Para su padre, ver a su hijo recibir su diploma fue un momento de orgullo indescriptible. Las lágrimas corrían por sus mejillas, sabiendo que cada sacrificio había valido la pena.
Esta historia fue captada por una fotografía que difundió en sus redes sociales la alcaldesa de Catorce «Chiquis» Carrillo, donde se ve al padre, con la vestimenta típica de su comunidad, observando el periódico mural de la institución donde se encuentra su hijo.
