Ser padre y tener un trabajo puede ser muy agotador y más si se realizan al mismo tiempo; si bien existen empleos donde permiten llegar más tarde para cuidar de la familia, en realidad puede ser una actividad contraproducente que cansa con facilidad a las personas.
Uno de los puntos malos de un trabajo híbrido es el trasporte, si no se tiene un medio para transportarse puede ser contraproducente las horas que se hagan en el trayecto de la casa a la oficina. Otro problema es el traslado de las herramientas del trabajo, por ejemplo el llevarse todos los días una lap o otro objeto, genera una sensación de estrés por no tener un lugar para instalarse de manera fija.
Un estudio realizado por Tinypulse, señala que el 80% de los trabajadores les disgusta un turno híbrido. La misma realizadora de la encuentra señala que en su mayoría, los gerentes señalan que los trabajadores llegan a hartarse y verse más agotados durante las jornadas laborales.
La pandemia ayudó a que el modelo de trabajo híbrido fuera más común, pero poco a poco mostraba un desgasté emocional en los trabajadores. Como consecuencias también se volvió más difícil que los trabajadores se volvieran unidos, Tinypulse señala que provocó un ambiente laboral poco relajado.
En mayo de 2021 la asociación realizó otra encuesta, en la que el 83% de los empleados mencionan que era mejor el trabajo híbrido después de la pandemia. «Había una sensación de que esta opción sería lo mejor de ambos mundos», afirma Elora Voyles, psicóloga organizacional y científica industrial en la firma Tinypulse, con sede en California (Estados Unidos).