Después de varios años enfrentando una severa escasez de agua y niveles críticamente bajos en las presas del estado, el gobernador Samuel García Sepúlveda anunció oficialmente el fin de la sequía en Nuevo León. La declaratoria llega tras la llegada de remanentes dejados por la Tormenta Tropical Alberto, que ha reabastecido significativamente las reservas hídricas de la entidad.
«Nuevo León deja atrás la sequía, tiene agua en toda su zona metropolitana y el agua ya es potable, ya se puede consumir», aseguró el mandatario en una conferencia de prensa. Esta afirmación marca un punto de inflexión después de semanas de turbulencia en el suministro de agua, con reportes previos de agua turbia que inhabilitaron su consumo directo.
García Sepúlveda detalló que la distribución actual de agua alcanza los 17 mil 500 litros por segundo, y que los tanques de almacenamiento están completamente llenos, asegurando así una reserva suficiente para cubrir las necesidades de la población. Además, hizo un llamado a los ciudadanos para hacer un uso responsable del agua y evitar consumos de pánico, especialmente en aquellas áreas que han enfrentado semanas sin suministro, como Santa Catarina.
En relación a esta localidad, el gobernador informó sobre la implementación de soluciones provisionales, incluyendo el uso de tuberías de acero en La Huasteca, para asegurar el acceso continuo al agua potable para los residentes. Además, anunció planes para la instalación de una nueva tubería que protegerá el suministro de futuros eventos climáticos extremos, como huracanes, tormentas o crecientes del Río Santa Catarina.
La noticia ha sido recibida con alivio por parte de los ciudadanos de Nuevo León, quienes durante años han enfrentado dificultades significativas debido a la escasez de agua. La administración estatal continuará monitoreando de cerca la situación hídrica y realizando las acciones necesarias para mantener un suministro estable y seguro para todos los habitantes del estado.