Investigadores de la Universidad de Florida, que utilizaban ADN ambiental recolectado de la arena para estudiar tortugas marinas en peligro de extinción, afirmaron que el ADN de gran calidad, ya que se podían identificar mutaciones asociadas a enfermedades y determinar ascendencia genética de las poblaciones que vivían cerca.
También pudieron cotejar la información genética con la de participantes individuales voluntarios para recuperar su ADN como parte de la investigación que se publicó este lunes en la revista científica Nature Ecology & Evolution.
Los investigadores lograron obtener ADN ambiental de núcleos de aire, sueño, sedimentos, agua, permafrost, nieve y hielo, y las técnicas se utilizan principalmente para ayudar a rastrear y proteger animales en peligro de extinción.
El ADN humano que se ha filtrado en el medio ambiente por medio de la saliva, piel, sudor, sangre y algunos otros fluidos podría utilizarse para ayudar a encontrar a personas desaparecidas, ayudar en investigaciones forenses y criminales y para la vigilancia de la salud a través del ADN encontrado en aguas residuales.