Imagínese que llega usted a pagar el impuesto predial a las oficinas recaudadoras del Ayuntamiento capitalino y se encuentra con que su terreno o su casa ya no es suya.
Pregunta usted cuál es la razón y por qué su propiedad está a nombre de otra persona, y todo lo que le pueden recomendar es acudir a la Dirección de Catastro para que le informen sobre la situación que guarda el inmueble.
En Catastro le dicen que el terreno se vendió y que se ha otorgado una clave de traslado de dominio porque así lo ordenó el notario público número 18, adscrito a Soledad de Graciano Sánchez, de nombre Juan José Gaytán Hernández. Así que, según ellos, usted ya no es dueño de ese terreno.
En busca de recuperar su patrimonio, usted intenta averiguar cómo es que su terreno, legalmente adquirido y con pagos al corriente del predial, le fue despojado de un momento a otro por una mafia que opera con precisión desde las notarías del Estado. En estas oficinas se elaboran los contratos de compraventa, y luego los notarios ordenan al Ayuntamiento que se realice el traslado de dominio, culminando con el proceso para que la escritura se inscriba en el Registro Público de la Propiedad, como si todo fuera legal.
Las víctimas de despojo, generalmente dueñas de terrenos sin construcción, tienen la desgracia de caer en manos de esta mafia, que roba las identidades de los propietarios y luego vende sus propiedades.
La pregunta es: ¿acaso los notarios no exigen que el propietario de tal o cual terreno demuestre su identidad? ¿Cómo es que validan un contrato de compraventa conscientes de que se trata de un fraude?
La realidad es que se trata de una cadena de complicidades que nace en las notarías y corrompe las dependencias del Ayuntamiento y del Gobierno del Estado, sin que aparentemente nadie se entere y con total impunidad para los notarios.
Cuando las víctimas de despojo buscan recuperar su patrimonio, deben invertir en un abogado, denunciar ante la Dirección del Notariado (actualmente en manos de Ana Gabriela Juárez Durán) y esperar a que se desarrolle todo un proceso para recuperar la posesión de su predio. Mientras eso ocurre, al menos una decena de notarios se prestan a este tipo de delitos, en una maquinación que opera impunemente.
Este caso es solo uno de una serie de casos que hemos conocido gracias al acceso que nos han permitido las víctimas. A ver si los presidentes municipales y el secretario general de gobierno ponen orden en la operación mafiosa de los notarios que se prestan a la comisión de estos delitos y que operan sin sanción alguna.
Lo que viene es un escándalo descomunal.
P.D. 1.- El secretario de Cultura, Mario García Valdez, se frota las manos nada más de pensar que puede ser candidato a la presidencia municipal. ¡Zas!
P.D. 2.- La disputa legal por la dirigencia del Partido Acción Nacional en San Luis Potosí está viva. La senadora Verónica Rodríguez quiso sorprender diciendo que la dirigencia nacional la reconoció como ganadora del pantanoso proceso que se realizó en diciembre. Lo cierto es que, más allá del tema legal, lo que ocurrió con Lidia Argüello fue otra traición de Rodríguez. La senadora le prometió a Argüello que sería secretaria general cuando la obligó a bajarse de la diputación plurinominal que le vendió a Mireya Vancini Villanueva. Cuando llegó el momento de cumplir, le dijo a Lidia que tenía “presiones” del CEN y que la fórmula debería ser Enrique Dahuh.
Conclusión: lo suyo, lo suyo de Vero, es la traición. A ver si el alcalde capitalino, Enrique Galindo, lo comprende algún día. Esperemos que no sea cuando se convierta en su contrincante a la gubernatura. ¡Ups!
P.D. 3.- Las servidoras de la Nación, Lucero Carmona y Teresa Guevara, operan al estilo del crimen organizado. Este es el caso de la construcción de un kínder ubicado en la comunidad Corte Primero del municipio de Mexquitic, que es todo un fraude. Estas mujeres amenazan a los padres de familia si denuncian la estafa. El constructor, de nombre Carlos David Guevara Arriaga, se robó todo el dinero del programa La Escuela es Nuestra, en complicidad con las señoras “estafadoras de la nación”. Y hay cosas peores, dicen otras víctimas.
P.D. 4.- Cuauhtli Badillo y Gabino Morales, ambos con base fuerte en MORENA, han decidido trabajar por el futuro de este partido en San Luis Potosí, donde en solo seis años han desmantelado estructuras y generado monstruos en lugar de diputados, regidores o presidentes municipales.
P.D. 5.- El que se anda pasando de verde es el presidente municipal de Rioverde, Arnulfo Urbiola. Resulta que, como vil usurero, “se dio cuenta” de que el Ayuntamiento que dirige requería (según él) un crédito de 10 millones de pesos. Acto seguido, se apuntó para prestárselos de su peculio, con intereses de un 82 % anual. Es cochino, trompudo, feo, víbora prieta, tepocate, gandalla y ladrón.
Hasta la próxima
En defensa de su patrimonio