En un giro inesperado, Pachuca ha designado a la chalupa como su platillo insignia, arrebatando este título a Puebla. Esta decisión, aunque sutil para evitar controversias, ha marcado un hito en la gastronomía local.
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El cabildo, responsable de esta determinación, ha bautizado la variante como «chalupa pachuqueña», añadiendo un toque distintivo para diferenciarla de su contraparte poblana. Sin embargo, las similitudes entre ambas son innegables.
La «chalupa hidalguense» adoptada por Pachuca incluye tortilla del número 8, manteca o aceite, papa, cebolla picada, salsa verde, lechuga, queso rallado, pollo desmenuzado y rábano. Esta receta guarda una estrecha relación con su homóloga poblana, que varía principalmente en las opciones de carne, las cuales pueden ser de cerdo o res, y la ausencia de rábanos según directoalpaladar.com.mx.
Para promover la chalupa pachuqueña a nivel nacional, el cabildo ha anunciado esfuerzos gubernamentales destinados a difundir su reconocimiento y ha propuesto celebrar el 25 de octubre como el «Día de la Chalupa Pachuqueña».
El origen de la chalupa es un enigma. Aunque su nombre y forma sugieren una conexión con las embarcaciones de Tenochtitlán y Xochimilco, también se ha especulado sobre su posible influencia de la voz vasca «txalupa», que significa barco.
Esta declaración marca un hito culinario para Pachuca y promete celebrar la rica herencia gastronómica de la región, convirtiendo a la chalupa en un símbolo de identidad local y un elemento distintivo de su cultura.
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