Las personas que tardan en declarar ingresos caen en incumplimiento de pago y serán sancionadas por el Servicio de Administración Tributaria (SAT). Aunque el pago de un impuesto sea liquidado, hacerlo fuera de las fechas establecidas generará recargos o multas.
Una de las dudas más comunes es saber qué pasa si no cumplimos con nuestras obligaciones fiscales y las consecuencias por no realizar declaraciones en tiempo y forma. Nos referimos a las personas físicas, es decir, a los empleados, no a las empresas.
La cultura del teletrabajo y el freelance, que cada vez es más común en México y el mundo, conlleva que las declaraciones de impuestos no las haga un patrón o empresa, sino las personas. Lo mismo pasa con alguien que tiene más de dos empleos o ingresos arriba de los 400 mil pesos anuales: están obligados a declarar.
Las multas que aplica el SAT van desde los mil 400 pesos hasta los 28 mil 490 pesos, pero el monto que deba pagar una persona dependerá de su situación fiscal. Cuando se trata de este tipo de omisiones, el organismo es enfático en que se deben pagar “recargos y actualizaciones”.
Sin embargo, no es lo mismo dejar de declarar ingresos de un mes que omitir los ingresos de un año, para ello, el SAT ha establecido un tope de hasta 34 mil pesos por no presentar la declaración anual.
Cuando se impone una multa y una persona recibe una notificación de adeuda fiscal. Tendrá 30 días hábiles para pagar. Esta notificación estará acompañada de un Formato para Pago de Contribuciones Fiscales (FCF). Hacer caso omiso de esto podría traer consecuencias:
-Podrías entrar a la lista de deudores del Fisco Federal.
-Se verá afectado tu Buró de Crédito.
-Se puede cancelar el CFDI y parar tus productos o servicios facturados.