Un estudio reciente de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP) se ha centrado en la identificación de las fuentes responsables del aumento de casos de Leucemia Linfoblástica Aguda (LLA) en menores de 19 años en la zona metropolitana de San Luis Potosí, Tijuana, Mérida y parte del Estado de México.
En una primera fase, la investigación buscó determinar la ubicación de los casos y su concentración espacial. Los resultados revelaron la presencia de sustancias cancerígenas emitidas por diversas fuentes, incluyendo el benceno, hidrocarburos aromáticos policíclicos y el material particulado 2.5 (PM2.5), generados durante la combustión incompleta de materia orgánica.
Un hallazgo destacado fue la identificación de las ladrilleras como importantes emisoras de sustancias tóxicas, incluyendo residuos industriales, llantas y aceites, lo que plantea preocupaciones sobre su impacto en la salud pública.
Las gasolineras también surgieron como indicadores significativos de emisiones de benceno debido a su alta densidad y la relación con la cantidad de vehículos y la demanda de combustible. Se resaltó que los vehículos a gasolina y diésel son móviles generadores de contaminantes cancerígenos.
La doctora Jaqueline Calderón, especialista en Investigación Biomédica Básica Opción Toxicología Ambiental de la UASLP, enfatizó la relación preocupante entre las sustancias liberadas por ladrilleras en la zona norte de la ciudad y el aumento de la incidencia de LLA, una forma de cáncer que afecta principalmente a niños.
Calderón subrayó que la exposición y la falta de atención médica hacen que los niños sean especialmente vulnerables, y en San Luis Potosí, la tasa de supervivencia para niños con LLA en la zona norte de la ciudad es la más baja en comparación con otras áreas estudiadas, con 443 casos documentados en total.
La Doctora destacó la importancia de la normativa para controlar las emisiones de sustancias cancerígenas, en particular el benceno. Estos hallazgos respaldan la creación del Observatorio Nacional de Cancerígenos Ambientales, que busca reunir información de diversas fuentes, incluyendo la inteligencia artificial y el sector de la salud, con el fin de monitorear la salud y el medio ambiente.
Este estudio es el resultado de un esfuerzo conjunto entre varias instituciones líderes, incluyendo el IMSS, CINVESTAV unidad Tamaulipas y la UASLP, con el objetivo de establecer el Observatorio Nacional de Cancerígenos Ambientales.