
Baches, coladeras sin tapas, basureros clandestinos, luminarias apagadas, graffiti, guarniciones despintadas, basura en las calles, desorden vial, el Centro Histórico abandonado; Himno Nacional, Sierra Leona y Carranza en el olvido, y mucha corrupción, es la estela que está dejando el alcalde Xavier Nava a su paso en la ciudad de San Luis Potosí, convirtiéndola en víctima navista.
San Luis es víctima del navismo, está abandonada, olvidada, del alcalde y de sus funcionarios que no saben trabajar, pero tampoco mandar a los trabajadores del Ayuntamiento.
La ciudad está en muy malas condiciones y cada día que pasa se pone peor. El abandono es comparable con el trienio del priista Mario García Valdez, cuando todo estaba mal porque en ese tiempo, como ahora, el alcalde soñaba con convertirse en gobernador, y dejó de lado el trabajo que debía hacer y por el que ya cobraba más de 100 mil pesos mensuales.
Aprovechando que el alcalde Xavier Nava Palacios ha dado manga ancha a sus colaboradores, trabajadores semejan querer, no trabajan, se pasean en vehículos oficiales y gastan recursos públicos, aprovechan que al jefe no le importa el Ayuntamiento.
En la calle Juan de la Barrera, muy cerca del Santuario de Gudalupe, la calle se hundió tanto, que uno de los vecinos tuvo que rellenar con tierra, donde ya hasta plantas brotaron, porque desde hace 4 meses ha reportado y nadie del Ayuntamiento acude.
En las inmediaciones del fraccionamiento Puerta de Piedra, en Camino Viejo al Aguaje, pepenadores han creado un basurero clandestino amparados en que Aseo Público nomás no superas nada.
En la calle Marconi en la Simón Díaz la tapa de una coladera se botó y desapareció, provocando un buen número de accidentes viales, a pesar de que vecinos han llamado insistentemente al 073 de INTERAPAS, nadie atiende.
Por toda la ciudad hay bloqueos por la falta de agua, por toda la ciudad hay basura, en calles, banquetas, camellones, en la Salvador Nava, en las carreteras, las colonias populares están convertidas en muladares, la zona de Himalaya está olvidada, las luminarias de grandes sectores están apagadas.
A la administración de Xavier Nava le quedan dos años, es decir, San Luis seguirá en el abandono y el olvido ese mismo tiempo, en espera de que el próximo alcalde sí quiera que San Luis suene fuerte.