En la conferencia matutina de este miércoles en Palacio Nacional, el presidente Andrés Manuel López Obrador desestimó los informes sobre el presunto asesinato de una familia en el municipio de Pantelhó, Chiapas, ocurrido el pasado lunes, calificando la noticia como una estrategia para generar miedo en la población de cara a las próximas elecciones presidenciales.
El presidente declaró: «Resulta que no hubo asesinados ayer en Chiapas, esos asesinados en Pantelhó… lo mismo para meterle miedo a la gente. La mentira es reaccionaria, y es anticristiana y antirreligiosa y antieconómica para los libres pensadores».
La información inicial, ampliamente difundida por los medios de comunicación, señalaba que una familia había sido víctima de un violento ataque armado en su hogar, atribuido a miembros del grupo de autodefensa El Machete. Sin embargo, el presidente López Obrador negó estos hechos, afirmando que no se registraron asesinatos en Chiapas en la fecha mencionada.
El martes pasado, ante la pregunta de la prensa sobre la situación en Chiapas, el mandatario federal optó por no responder. Hoy, en su declaración, arremetió contra los medios de comunicación, a los que acusó de actuar como «voceros» de las élites de poder que buscan desestabilizar su gobierno.
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