Europa enfrenta estragos por la intensa nieve y lluvias heladas que azotan el continente, afectando gravemente al Reino Unido y Alemania. Aeropuertos, carreteras y servicios ferroviarios han sufrido importantes interrupciones.
En el Reino Unido, aeropuertos como John Lennon en Liverpool y Manchester cerraron temporalmente sus pistas, aunque retomaron actividades el domingo, mientras que Leeds Bradford tardó más en reanudar vuelos. La red de carreteras también colapsó, esto complicó el regreso de familias tras las fiestas de fin de año. Además, varios servicios de trenes fueron cancelados, con National Rail que advirtió sobre retrasos que persistirán en la semana laboral.
El norte de Inglaterra es una de las zonas más afectadas, con hasta 40 centímetros de nieve en áreas elevadas. La National Grid trabajó para restaurar la electricidad en ciudades como Birmingham, Bristol y Cardiff, tras cortes generalizados.
En Alemania, el aeropuerto de Fráncfort canceló 120 vuelos y en Múnich solo una pista permaneció operativa. El clima invernal también causó un accidente en Baden-Wurtemberg, donde ocho personas resultaron heridas tras el deslizamiento de un autobús. Las autoridades emitieron advertencias de hielo negro y recomendaron evitar desplazamientos.
La Oficina Meteorológica británica prevé más nevadas en el norte de Inglaterra y sur de Escocia, mientras que el sur del país experimentará lluvias heladas. Por otro lado, la Agencia del Medio Ambiente emitió alertas de inundaciones en el sur de Inglaterra.
La situación se mantiene crítica en diversas regiones, con las autoridades enfocadas en minimizar riesgos y daños.
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