Un informe preliminar de la Administración Federal de Aviación (FAA) reveló que la falta de personal de control aéreo fue un factor en el accidente ocurrido la noche del miércoles en Washington, cuando un helicóptero militar y un avión comercial colisionaron en su aproximación al Aeropuerto Nacional Ronald Reagan.
El siniestro, el más mortífero en EE. UU. desde 2001, dejó decenas de muertos y 14 desaparecidos, cuyos cuerpos siguen siendo buscados en el río Potomac. Según el diario The Washington Post, la saturación del espacio aéreo de la capital ya había provocado incidentes previos, como un aterrizaje abortado un día antes del choque.
La FAA reconoció que el personal era insuficiente y que un controlador debía manejar simultáneamente el tráfico de aviones y helicópteros. Esta crisis, denunciada desde hace años, ha forzado a controladores a jornadas extenuantes, con solo 25 de las 30 plazas necesarias en el aeropuerto cubiertas.
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