Arturo movilizó a los comerciantes del Mercado República para tomar las calles en protesta contra el ambulantaje, que todo les quitaba. Ante el conflicto, gente cercana a Don Jacobo Payán decidió darles apoyo a los comerciantes para que repusieran pérdidas en diciembre del 2003 y evitar altercados.
Fue hace 16 años cuando acompañé a uno de los operadores políticos del Ayuntamiento, un joven de nombre Cuauhtémoc, a entregarle a Arturo Pérez Alonso y al resto de comerciantes, la cantidad de $60,000.
Al momento que Arturo lo tomó en sus manos, empezó a llorar y directamente me dijo:
«Jamás había agarrado dinero chueco, ni había aceptado un soborno, no quiero ni tocarlo, que lo agarren los comerciantes, pero la lucha debe de ser limpia mi querido Javivi», (así nos decíamos), en ese momento lo vi llorar amargamente al aceptar una especie de «ayuda».
Arturo Pérez Alonso era todo un líder para su familia, es una pérdida brutal para sus hermanos, para sus hijos, nietos, para su señor padre y todos sus amigos.
Tengo que decirlo, Arturo actuó bajo presiones y circunstancias, él siempre fue gente de Octavio Pedroza o del PAN y de Conciencia Popular, pero en pocas palabras, Pérez Alonso «El Barbas» esencialmente era todo nobleza y entrega por el prójimo.
Es cuanto.
