En una aplastante victoria que sacudió las elecciones presidenciales de El Salvador este domingo, Nayib Bukele, actual presidente y candidato a la reelección, se posiciona como claro ganador con un respaldo contundente de más de un millón de votos para su partido, Nuevas Ideas (NI), según el escrutinio preliminar revelado por el Tribunal Supremo Electoral (TSE).
Con 1,090,522 votos a su favor, Bukele lidera la contienda de manera abrumadora, dejando muy atrás al Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN, izquierda) con 93,846 votos y la Alianza Republicana Nacionalista (Arena, derecha) con 81,102 votos. Estos resultados, aunque preliminares, reflejan una ventaja significativa que deberá ser ratificada en el escrutinio final.
El presidente salvadoreño no esperó a la confirmación oficial y se autoproclamó ganador en las redes sociales, asegurando haber obtenido «más del 85% de los votos» y proclamando que se trata de un «récord en toda la historia democrática del mundo». Bukele, de 40 años, es el primer presidente que busca la reelección desde el fin de la guerra civil en 1992.
A pesar de que la Constitución salvadoreña prohíbe la reelección, Bukele utilizó una argucia legal para postularse nuevamente en unos comicios en los que, según todas las encuestas, era el claro favorito. Su gestión, enfocada en la lucha contra las pandillas y la inseguridad ciudadana, ha sido controvertida y ha generado críticas por la detención de más de 76,000 personas, algunas sin garantía de derechos fundamentales, según denuncias de activistas y organismos internacionales.
Con la mayoría parlamentaria asegurada, Bukele consolidaría su posición y continuaría con las políticas implementadas durante su mandato. De confirmarse estos resultados, se convertiría en el primer presidente reelegido en los últimos 32 años en El Salvador, gracias a una estratagema legal que modificó la interpretación constitucional en su favor.
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