
Ciudad Valles, S.L.P.- Olvidándose de todo hasta de la mano que le dio de comer el alcalde de la capital Xavier nava pidió cárcel para su padrino de Bodas, Emilio Zebadúa quién es investigado por la Fiscalía General de la República, al estar inmiscuido presuntamente en la Gran Estafa
Tras darse a conocer sobre la red de desvíos que operó Emilio Zebadúa, Claudia Gabriela Morones Sánchez y Enrique Prado Ordóñez, parte de la red de operadores de Rosario Robles desde secretarías de Estado, en el sexenio de Enrique Peña Nieto, la sombra de su padrino de bodas lo persigue.
Y es que la relación que mantuvieron traspaso hasta confirmarse que el alcalde capitalino ha sido su socio en diversos negocios de consultoría.
LLegó hablando maravillas de su gobierno, y cuando tocó el tema de la corrupción, se topó con pared cuando le pidieron su opinión sobre el tema, dijo claramente «que lo agarren, ojalá, a cualquier ladrón que haya utilizado recursos públicos que los haya extraído de las arcas para beneficiarse particularmente, que los detengan y que los metan a la cárcel…».
Visiblemente enojado, molesto por recordarle quién fue su padrino de bodas, Nava dijo sacó su desgastado discurso de que son cuestiones politicas, y que por eso lo persiguen, y dijo que en San Luis hay muchos, mientras nervioso se paseaba de un lado a otros Ricardo Purata director de Interapas y uno de los más cuestionados directivos de la junta estatal de caminos en el sexenio de Toranzo Fernández, y cabeza de los múltiples problemas que ha enfrentado el organismo Interapas en los últimos años.
A xavier nava todavía le pesa que le recuerden la relación de trabajo y negocios, que realizó con su ex jefe y ex oficial mayor de la Secretaría de Desarrollo Social en el Gobierno del distrito Federal, Emilio Zebadúa González, acusado corrupción por el desvío de 5,000 millones de pesos, cuando ambos militaban en el PRD.
Sin duda decirle «Ladrón» a su padrino político Zebadúa, fue una manera poco prudente de abordar el tema, se encendió y sin reparar dijo que «lo detengan, ojalá».
Y de esa forma Xavier Nava mostró su otra personalidad, esa que no le importa morder la mano de quién le dio de comer hace ya varios años, dentro del gobierno perredista de la Ciudad de México.
La actitud faraonica con la que llegó a un evento político en la huasteca, se vino abajo, tras los cuestionamiento a su persona, y es que además pasó desapercibido por la militancia panista que se congregó a su alrededor.
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