Como si la muerte de cientos de potosinos a causa de la inseguridad no fueran suficiente peso para la sucia conciencia del alcalde Xavier Nava Palacios, ahora también llevará en su conciencia la carga que representa la muerte de un abuelito en su obstinado proyecto de ciclovías en la avenida Venustiano Carranza.
Don Benjamín murió, confirmaron diversas fuentes. Tranquilamente se dirigía a su domicilio luego de un paseo, como muchos otros que había dado por la avenida. No había señalética, ni la menor alerta que le advirtiera sobre el peligro de una peligrosa excavación que, negligentemente, dejó el Ayuntamiento.
La llanta de su bicicleta se atascó y no puedo evitar la caída; su rostro se precipitó contra el suelo, un dolor agudo lo consumió y luego llegó la sangre que quedó regada sobre la banqueta. Testigos lo auxiliaron y pidieron apoyo a la Cruz Roja. Los paramédicos no tardaron en llegar y, aunque lograron estabilizarlo, se dieron cuenta que necesitaba atención especializada. Don Benjamín ingresó al hospital consciente, pero ya no salió. Las lesiones le quitaron la vida.
«Vamos a revisar, vamos a revisar, vamos a revisar» fue lo único que atinó a decir el alcalde, Xavier Nava Palacios, al ser cuestionado sobre el terrible suceso en la ciclovía. Aseguró que la obra estaba señalizada pese a la evidencia que demuestra lo contrario y culpó a la ciudadanía de, presuntamente, haber quitado las cintas que advertían sobre el peligroso hoyo en la zona.
Aunque está en su jurisdicción, la titular de la Unidad de Gestión del Centro Histórico, Rocío Zavala, se lavó las manos y echó la pelotita a su compañero Marco Antonio Uribe, director de Obras Públicas. En tanto, la inoperante Coordinación Municipal de Derechos Humanos, en voz de su titular, Olga Liliana Palacio Pérez, aseguró que buscarían a la familia para apoyar en lo que se necesite.
En la onerosa ciclovía de Himno Nacional las cosas no son tan diferentes, hay baches por todos lados. Un verdadero peligro para los ciclistas, sin dejar de lado el riesgo al que se exponen con los automovilistas. Lo mismo ocurre en Fray Diego en donde el Ayuntamiento se cansó con pintar una línea sobre la misma carpeta de rodamiento que no duró ni tres días.
Ante lo sucedido, potosinos demandan que el Ayuntamiento asuma su responsabilidad y repare el daño ocasionado por tremenda negligencia.
