El 98% del trabajo que se desarrolla en el hogar es realizado por mujeres, se trata de una ocupación que en México está precarizada lo que significa que se le considera inseguro y de poca calidad, que es pocas veces bien remunerado y además ha sido muy afectado por la pandemia del coronavirus, aseveró la Mtra. Dinorah Peralta Saucedo, directora de Luminas Centro de Derechos Humanos A.C.
Quien ante esta situación lanzó la asociación civil “Lúminas Centro de Derechos Humanos” junto a otras dos colegas, siendo todas egresadas de la Maestría en Derechos Humanos que se imparte en la Facultad de Derecho de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP). A través de la A.C., las universitarias pusieron en marcha la “Escuela de derechos humanos laborales para trabajadoras del hogar”, cuya primera generación cuenta con ocho participantes.
Lo anterior, lo lograron gracias a fondos proporcionados por la Unión Europea y luego de la aceptación del proyecto avalado por la Asociación Civil Educación y Ciudadanía A.C: (Educiac). Su intención es revertir los datos mencionados, así como brincar las barreras que permanecen en la actualidad, para poder otorgar seguridad social y respetar derechos laborales a quienes ejercen esta importante labor.
La Mtra. Dinorah Peralta Saucedo aseguró que el trabajo en el hogar no es reconocido por la sociedad como un empleo como cualquier otro, pues muchas veces al ser desocupadas las mujeres que se dedican a ello están sin una garantía, y se desconoce que tienen derecho a una indemnización como en cualquier otro empleo.
La especialista comentó que, aunque hay leyes a nivel federal, los temas en materia local sobre el trabajo en el hogar no se han colocado en materia pública y política. Lo que implica que es un asunto de justicia social que requiere de formación de ciudadanía para que las y los trabajadores de este ámbito conozcan sus derechos y sus implicaciones.
Peralta Saucedo hizo un llamado a los empleadores para que conozcan las obligaciones a las que están sujetos al contratar a una persona que se dedica al trabajo en el hogar. Apuntó que los derechos que se les otorgarían a las trabajadoras serían parte de los impuestos que se cobran a la población general, pues por ejemplo, la seguridad social que se otorga implica la aportación del patrón, del gobierno y del propio trabajador.
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