Morena y sus aliados aprobaron la Ley de Instituciones de Crédito para darle a la Unidad de Inteligencia Financiera la capacidad de congelar cuentas para procesos comenzados en territorio mexicano, no sólo en el extranjero; no sin antes agarrarse con la oposición, quienes pedían un cambio en el dictamen entregado por el Senado de la República.
Luego de cinco horas de discutir esta reforma de ley, la presidenta de la mesa directiva, la panista Laura Rojas, dio, de forma estricta, tres minutos para que los diputados pudieran emitir su voto electrónico. Ante esto, Mario Delgado, líder de la bancada morenista, subió al estrado a reclamar la decisión de la legisladora y fue recibido con gritos de “¡Quiere llorar, quiere llorar!” por parte de la oposición.
Al desatarse los gritos, panistas, priistas y los demás partidos de oposición comenzaron a jalonearse con los de Morena, PT y PES. Cuando se desato la gresca legislativa, la diputada presidenta llamó a un receso de cinco minutos, los cuales se extendieron por una hora más, para apaciguar los ánimos.
La discusión comenzó cuando los morenistas pedían que el dictamen fuera aprobado integra y evitar que se regresara al Senado; sin embargo, las bancadas de oposición pedían que se revisaran cada una de las leyes, sobre todo el congelamiento de las cuentas pues argumentaban que era algo violatorio de los derechos humanos.
Finalmente, Morena y compañía aplicó la aplanadora y aprobaron el dictamen integro, con 308 votos a favor, 141 votos en contra y 10 abstenciones. De acuerdo con el dictamen que fue aprobado, ahora se podrá introducir a la lista de personas bloqueadas cuando se cuente con indicios suficientes de que se encuentra relacionada con los delitos de financiamiento al terrorismo, operaciones con recursos de procedencia ilícita o a los asociados con los delitos señalados.
Con información de Proceso y El Heraldo.
