El gobernador Alejandro Murat Hinojosa confirmó que el 1º de diciembre iniciará la búsqueda de la candidatura presidencial, para demostrar que, así como en Oaxaca, en México se puede lograr la reconciliación mediante el diálogo y que el uso del poder no es para aplastar a las minorías.
“México requiere reconciliación y entender que hay que trabajar en equipo, como lo hice yo con el presidente Enrique Peña y ahora con Andrés Manuel López Obrador. El gobierno tiene que ver por el ciudadano, no por sus intereses. Y porque estoy convencido de que hay un México posible, mejor y más grande, así como se pudo en Oaxaca, vamos a demostrar que sí se puede en México”, expresó como parte de su sexto Informe de gobierno.
A 12 días de terminar su mandato hizo el anuncio ante funcionarios de su gabinete e invitados al evento, quienes le gritaron “¡Presidente, Presidente!”, y abundó: “Porque sí se puede, gracias a Oaxaca y sus ciudadanos, inicia otro ciclo, donde empieza la batalla que se inspira en nuestros orígenes”.
En una ceremonia a la que asistió como representante presidencial, Rafael Marín Mollinedo, encargado del corredor transístmico, insistió: “¡Esto aún no termina!”
A lo largo de su Informe, de casi dos horas en el nuevo Centro Cultural Álvaro Carrillo, Murat mostró videos de las represiones al magisterio y al pueblo oaxaqueño en 2006, durante el sexenio de Ulises Ruiz Ortiz, y en 2016, por parte de la desaparecida Policía Federal en Nochixtlán, en la administración de Gabino Cué. El gobernador resaltó que, a diferencia de esos dos sexenios pasados, en su gobierno “no hubo un solo maestro cesado, muerto, desaparecido o encarcelado”.
Expuso que el primer reto de su gobierno fue la reconciliación de Oaxaca, porque el estado “estaba enfrentado, no se escuchaba a la sociedad y estaba polarizado. Era tierra de nadie, un estado olvidado y sin gobernabilidad. Se hizo del conflicto la normalidad”. Recordó que hace seis años tomó protesta en las instalaciones de la Corporación Oaxaqueña de Radio y Televisión, “porque no había condiciones de hacerlo de otra manera”.
Además, desde otros gobiernos se había enfrentado al sector educativo y al sector salud, “estaba vigente Nochixtlán y la pregunta es ¿se puede aplicar la fuerza a los maestros, cuando son los que educan a nuestros hijos?
“En la democracia no hay atajos. Hay que dialogar; lo fácil es pelear, descalificar y enfrentar. Desde el poder, lo fácil es aplastar. En lo social, el sello de mi gobierno es que no se usó la fuerza pública”. Se refirió al incremento del turismo, la apertura de nuevos vuelos y que “Oaxaca está de moda. Oaxaca lo tiene todo, nada más que nadie lo sabía, porque estábamos en conflicto.”
Resaltó que la entidad cumple cinco ciclos escolares completos, “lo que no se había dado en más de 30 años; expresó su reconocimiento y agradecimiento a la dirigencia del magisterio y ponderó que la reconciliación se basó en el respeto a la dignidad de los profesores.
“Los políticos que no entienden que hay que respetar la dignidad humana, no entienden que las familias están listas a morir por el respeto a su dignidad. Y sí, hay un México profundo y parte de ello es Oaxaca y los maestros tienen orgullo para exigir que el estado se desarrolle, tenga calidad de vida, porque el México de la Ciudad de México y el de Oaxaca son distintos, de desigualdad. Así que había que atender y escuchar a los maestros que caminan horas para educar a nuestros hijos. Por eso, cuando me dicen que hay que buscar maestros noruegos, les digo: ¡aquí hay maestros oaxaqueños!”
El gobernador citó como dos ejemplos de negociación social la resolución del conflicto por el agua entre Ayutla y Tamazulapam, en la Sierra Mixe, y “el emblemático para mi gobierno” por el territorio de Los Chimalapas con el vecino estado de Chiapas. “Había que defender el territorio oaxaqueño. Nadie quiere ser Santa Ana”, sostuvo.
Murat Hinojosa informó que durante su mandato se privilegió la transparencia, la rendición de cuentas y el saneamiento de las finanzas públicas. Refirió que se pagó la deuda que se tenía con el Issste y el Servicio de Administración Tributaria, además de que se incrementaron los ingresos propios del Estado en más de 627 millones de pesos este año, gracias a que todos los trámites se pagan a través del sistema bancario. “Ya no hay cajas chicas”, aseguró.