El papa Francisco elogió a las iraquíes que tanto sufrieron durante estos últimos años y clamó para que “las mujeres sean respetadas y defendidas”, en su discurso en Qaraqosh, la mayor ciudad cristiana de Irak.
El papa se trasladó este domingo al norte del país, a la llanura de Ninive, la zona donde vivían la mayoría de los cristianos antes de la llegada del Estado Islámico en 2014.
En su discurso a la comunidad cristiana de esta localidad, Francisco explicó que mientras llegaba con el helicóptero vio la estatua de la Virgen María colocada sobre esta iglesia de la Inmaculada Concepción.
“Le confié el renacer de esta ciudad. La Virgen no solo nos protege desde lo alto sino que desciende hacia nosotros con ternura maternal. Esta imagen suya incluso ha sido dañada y pisoteada”, dijo recordando las numerosas estatuas de la Virgen destrozadas, decapitadas por los yihadistas durante su invasión.
Y entonces quiso agradecer “de corazón” a “todas las madres y las mujeres de este país, mujeres valientes que siguen dando vida, a pesar de los abusos y las heridas”.
“¡Que las mujeres sean respetadas y defendidas!”, clamó en un lugar donde miles de niñas y mujeres cristianas y yazidíes fueron asesinadas o convertidas en esclavas sexuales de los terroristas del Estado Islámico (EI).
En estos tres días de visita a Irak, el papa Francisco ha tenido muy en cuenta el sufrimiento de las mujeres y recordó como tantas mujeres y niñas fueron vendidas como esclavas y convertidas a la fuerza por los yihadistas del EI.
Con información de EFE