
Si ocultas el rostro, eres cobarde. Si atacas a una mujer con la cara cubierta, eres violentadora y cobarde.
Si eres valiente, das la cara en cualquier circunstancia, pero lo que hicieron un puñado de personas encapuchadas el pasado 8 de marzo es simplemente miserable.
Las mujeres llenas de rabia y odio pueden agredir edificios, quemar la universidad, mentar madres, pintar dedos, pero no pueden humillar ni hostigar a otras mujeres, y menos con el rostro cubierto. Esconderse tras un pasamontañas o un bozal las transforma de víctimas, si es que lo son, en agresoras.
Nunca en la historia de la humanidad la violencia se ha combatido con violencia. Una víctima que busca venganza deja de ser víctima y convierte la violencia en un círculo vicioso.
La expresión legítima de las víctimas de violencia se transforma en horror para quienes solo buscamos dar testimonio de su lucha de manera coherente y objetiva.
El sábado, un grupo de diez personas (presuntamente mujeres), a las que también se les conoce como “el grupo negro”, agredió a reporteras que cubrían la marcha en San Luis Potosí.
Amenazantes, agresivas e inmisericordes, hablaban a las reporteras con violencia. Fue así como nuestra compañera Paloma Hernández, quien cumplió con todas las condiciones para cubrir la marcha, fue hostigada por una espantosa persona cubierta con una horrenda máscara roja.
Según el video del momento, reclamaban (en su mala organización) que no tenía la acreditación que ya portaba. Eso le valió el acoso perverso de estas personas. El saldo: un ataque de pánico que nuestra compañera sufrió durante la marcha.
Paulina Rodríguez, conductora de noticieros Canal 7, también fue víctima de acoso. Ella misma narró los hechos en su noticiero. Afortunadamente, no la agredieron, pero el efecto violento sobre su persona ocurrió.
Lo más grave es quizá la golpiza que le propinaron las marchantes violentas a la periodista Orquídea Fong, de la revista Etcétera. Unas diez manifestantes la atacaron, acusándola de ser enviada del gobierno. No escucharon razones. Las violentadoras quieren sangre, sangre de quien sea.
Me pregunto: ¿Por qué no buscan con esa enjundia a sus agresores? ¿Por qué violentan a personas inocentes? ¿Ser víctimas les da el derecho de agredir? ¿La impunidad que les da enmascararse el rostro les da paz? ¿Les hace justicia?
Puedo entender que tengan razones para tanta rabia, pero lo que no se puede entender ni tolerar es que agredan impunemente a nadie.
El caso más terrible es el de Julia Monserrat Díaz, una mujer aparentemente exitosa y proactiva que recibió un premio del Gobierno del Estado por su activismo. Fungió como asistente de Lupita Briano, exaspirante a rectora de la UASLP, y aparece entre las personas que quemaron la puerta del edificio central.
¿Acaso Julia ha sido víctima de violencia? Si tiene tanta cercanía con el Gobierno del Estado, ¿por qué no hay denuncia alguna? Actitudes como la de ella descomponen la lucha legítima de las mujeres por vivir en paz, armonía y felicidad.
Borrar sus violentos posteos, ¿borra los agravios que hizo? ¿Tranquiliza su mente?
Creo genuinamente que todas las mujeres tenemos derecho a buscar justicia si creemos que se nos ha vulnerado, pero nunca violentando a otras personas. Máxime cuando, como periodistas, lo único que hacemos es difundir las causas nobles de los movimientos sociales.
Construir una sociedad capaz de resolver sus problemas con la inteligencia , lo único que nos hace animales diferentes, es lo que debemos buscar.
¡Que viva el genuino movimiento del 8M!
P.D.1. Cuentan en el equipo cercano a la senadora Verónica Rodríguez que cada vez se le nota más irritable. Pero nadie se rebela porque cuidan sus empleos. “Trabajamos”, dicen en corto, “por un proyecto a la gubernatura con ella y a la presidencia municipal con Rubén Guajardo.” No pos, como diría mi abuelita: batallaron, pero se encontraron.
P.D.2. La Facultad de Ciencias de la Comunicación de la UASLP está cumpliendo 40 años. Adriana Ochoa le ha impreso una nueva dinámica a la enseñanza, convirtiéndola no solo en un activo importante de la Máxima Casa de Estudios, sino en una fuerte aspirante a rectora. ¡Felicidades a la comunidad!
P.D.3. En el Altiplano, han hecho cambios en dos instancias fundamentales para el Gobierno del Estado: la Secretaría de Finanzas y el DIF. Los que autorizan le andan echando muchas ganas para que el Partido Verde vuelva a perder en la región. Los nuevos funcionarios son chiquitos, muy chiquititos. ¿Sabrá el gobernador estos detalles?
P.D.4. En la Huasteca, las cosas están muy revueltas. Los alcaldes están entre dos amores: Morena o el Partido Verde. Todos quieren dejar sucesor, y eso que apenas llevan seis meses en el cargo. Se pasan de…
P.D.5. Algunos galindistas ya andan “chaqueteando” el proyecto. Muy sordeados, se dicen agentes libres luego de que se votó que la Ley Antinepotismo entrará en vigor hasta 2030.
Hasta la próxima.