El artista estadounidense Pop Smoke, una de las promesas con más presente del rap, ha sido asesinado este miércoles en su casa, según ha informado el portal ‘TMZ’. El rapero, de 20 años, ha sido tiroteado por dos individuos que han asaltado su domicilio en Hollywood Hills, en Los Ángeles (EEUU). Aunque no se descarta ninguna hipótesis, el citado medio expone que las primeras investigaciones policiales apuntan a que el móvil de los asesinos era el robo en la vivienda.
‘TMZ’ indica que dos hombres enmascarados, aún sin identificar, irrumpieron en el domicilio del artista de Brooklyn (Nueva York) a las 4.30 de la madrugada hora local. Los asaltantes habrían golpeado y disparado múltiples veces a Pop Smoke. El artista, gravemente herido, ha sido trasladado en ambulancia hasta un hospital en West Hollywwod, donde finalmente ha fallecido.
Varias personas fueron detenidas y liberadas. No se han realizado arrestos, y la unidad de homicidios de Departamento de Policía de Los Ángeles está investigando el incidente, dijo Lurie. Hay varios testigos que fueron interrogados por la policía el miércoles por la mañana.
La persona que llamó al 911 había estado en contacto con alguien en la casa. Entre dos y seis personas irrumpieron en la casa, una de ellas con una máscara, según testigos, dijo Lurie.
En un correo electrónico a CNN, el abogado del rapero, Peter Frankel, dijo que ni él ni la familia del rapero “están preparados para ofrecer un comentario sobre los eventos de esta mañana”.
Carrera lanzada en el 2019
Pop Smoke tenía varias fechas de concierto confirmadas en Europa este año. Una de ellas, en la edición del festival Rolling Loud en Portugal, que ha tuiteado en inglés: «R.I.P. Pop Smoke. No puedes decir Pop y olvidar el Humo».
Pop Smoke fue parte de la escena del género drill de Brooklyn, popularizada por Sheff G, quien creció escuchando a los pioneros del drill de Chicago Chief Keef y G Herbo.
El rapero acababa de hacerse famoso en el verano, con el lanzamiento de su mixtape debut, “Meet the Woo”, influenciado por trap “Welcome to the Party”.
El video de la canción atrapó más de 24 millones de visitas en YouTube, y las estrellas de hip-hop Nicki Minaj y Meek Mill lanzaron remixes.
“Mi cara, mi voz estaba en todas partes, ¿sabes lo que digo?”, le dijo Pop a la revista i-D en una entrevista en diciembre. “Sabía que iba a ser grande cuando comencé a ver mi cara en las vallas publicitarias”.
La revista tituló su artículo: “¿Es Pop Smoke el nuevo rey de Nueva York?”, un título generalmente reservado para artistas como Nas, Jay-Z y The Notorious B.I.G.
El cantante nacido en Brooklyn había colaborado desde entonces con artistas como Quavo, Travis Scott, H.E.R., A Boogie Wit da Hoodie y Chris Brown.
En referencia el rápido ascenso de Pop en el rap, su segundo mixtape, “Meet the Woo 2”, debutó la semana pasada en el número 7 en las listas de álbumes Billboard 200. Junto a él en el top 10 estaban Roddy Ricch, Post Malone, Lil Wayne y Billie Eilish.
La gira “Meet the Woo” de Pop estaba programada para comenzar con un espectáculo con entradas agotadas en Washington, DC, el 2 de marzo.
En un perfil del New York Times de 2019, el artista habló sobre su vida antes de encontrar fama en la industria de la música. Sus años de adolescencia fueron descritos como “de alto riesgo y alta recompensa”.
“Si te gustan las cosas bonitas, tienes que hacer cosas para conseguir cosas bonitas”, dijo. “A los 16 años, tenía un 5 Series (BMW)”.
El prometedor rapero fue llorado en las redes sociales por varios artistas, entre ellos Minaj, 50 Cent y Chance the Rapper.
“La Biblia nos dice que los celos son tan crueles como la tumba”, escribió Minaj en la leyenda de una foto del rapero. “Increíble. Descansa en paz, Pop”.
El mes pasado, Pop regresaba de Europa cuando fue arrestado en el Aeropuerto Internacional John F. Kennedy en Nueva York por un cargo de transporte interestatal de un vehículo robado.
Fue acusado de transportar un Rolls Royce Wraith a través de las fronteras estatales “sabiendo que dicho vehículo había sido robado”, según una acusación federal. Se declaró inocente durante su comparecencia en Brooklyn y fue liberado bajo fianza de US$ 250.000, dijo John Marzulli, portavoz de la Oficina de la fiscalía federal para el Distrito Este.