El primer actor mexicano, Ignacio López Tarso, murió este sábado a los 98 años de edad, así lo confirmaron colegas y familiares del actor, quienes publicaron fotos y videos en redes sociales.
El fallecimiento del actor Ignacio López Tarso ocurrió luego de permanecer hospitalizado durante algunos días debido a una neumonía.
A través de las redes sociales se dio a conocer el fallecimiento del actor.
Biografía
Actor teatral y cinematográfico considerado uno de los más importantes de la escena mexicana del siglo XX. Ignacio López Tarso estudió arte dramático en la Escuela de Arte Teatral del Instituto Nacional de Bellas Artes, e inició su carrera de actor en la Compañía de Teatro Estudiantil Autónomo.
Posteriormente pasaría a formar parte de la compañía de Teatro Clásico de México, con la que interpretó un repertorio de obras del teatro clásico español, como La Celestina de Fernando de Rojas y Las mocedades del Cid de Guillén de Castro.
Alcanzó el pleno reconocimiento profesional encarnando al soberano azteca Moctezuma Xocoyotzin en Moctezuma II, de Sergio Magaña. A partir de ese momento se convirtió en un actor imprescindible en las obras de los dramaturgos Emilio Carballido, Luisa Josefina Hernández y Sergio Magaña, y en los montajes del director teatral de origen japonés Seki Sano.
Discípulo de Stanislavski, Seki Sano introdujo en México el método de formación y dirección de actores de su maestro, lo que propició el desarrollo del realismo. Estos artistas formaron un grupo que lideraría la renovación del teatro mexicano en los años cincuenta.
Bajo la dirección de Seki Sano, Ignacio López Tarso trabajó en Las brujas de Salem (1953), de Arthur Miller, y en Prueba de fuego. Otras obras en las que demostró su solvencia como actor fueron El precio (también de Arthur Miller), Enrique IV (1922), de Luigi Pirandello, y El rey se muere (1962), de Eugène Ionesco.
Por lo que respecta a su carrera cinematográfica, López Tarso desempeñó también una labor importante en el desarrollo del cine de su país, participando en títulos memorables como Nazarín (1958), de Luis Buñuel; Juana Gallo (1960), de Miguel Zacarías, o Tarahumara (1964), de Luis Alcoriza.
Con el director Roberto Gavaldón rodó destacados filmes como Macario (1960), El gallo de oro (1964) y La vida inútil de Pito Pérez (1970).
Ganó en dos ocasiones el Premio Golden Gate al mejor actor, la primera por su trabajo en El hombre de papel (1963), de Ismael Rodríguez, y la segunda por la ya citada Macario (1960), de Roberto Gavaldón. En los años 70 y 80 participó en varias series históricas de televisión, como El derecho de nacer (1981) o Senda de Gloria (1987), ambientadas en la Revolución Mexicana.