Cada año, al llegar marzo, el morado tiñe las calles a través de carteles, camisetas, pañuelos y distintas insignias, en un gesto de solidaridad y lucha a favor del feminismo. Sin embargo, ¿cuál es la razón detrás de que este color se haya convertido en un estandarte para la causa?
El 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, las manifestaciones se llenan de morado, pero el origen de esta elección no está completamente claro. Hay varias teorías que intentan explicar su significado. Una de estas teorías, sugerida por National Geographic, apunta a que el morado surge de la combinación de colores con significados sociales arraigados: el azul para los hombres y el rosa para las mujeres, dando como resultado un color intermedio. Sin embargo, esta explicación carece de respaldo oficial.
Otra posible razón se remonta a un trágico evento ocurrido en Nueva York en 1911. En la fábrica Triangle Waist Company, donde trabajaban principalmente mujeres jóvenes, se desató un incendio catastrófico debido a las pésimas condiciones laborales y de seguridad. La tragedia dejó un saldo devastador de 146 personas fallecidas, la mayoría mujeres. Testigos describieron el humo del incendio teñido de un tono morado debido a los tejidos utilizados en la fabricación de camisas.
Este evento, que impactó profundamente a la sociedad, está vinculado simbólicamente con el Día Internacional de la Mujer, establecido por la ONU en 1975 como una ocasión para reflexionar sobre las condiciones y el trato hacia las mujeres en todo el mundo. Sin embargo, según AD Magazine, el morado ya tenía un significado en la lucha sufragista. La activista Emmeline Pethick lo asociaba con la realeza y la sangre derramada por las mujeres en su lucha por el derecho al voto, junto con el blanco y el verde, que también eran símbolos importantes en dicho movimiento.
En palabras de Pethick: “El violeta, color de los soberanos, simboliza la sangre real que corre por las venas de cada luchadora por el derecho al voto, simboliza su conciencia de la libertad y la dignidad. El blanco simboliza la honradez en la vida privada y política. Y el verde simboliza la esperanza en un nuevo comienzo”. Así, el morado se coloca como un poderoso símbolo de resistencia, memoria y esperanza en la larga lucha por la igualdad de género y los derechos de las mujeres.