El secretario de Educación del Gobierno del Estado (SEGE), Juan Carlos Torres Cedillo, minimizó la situación que se está viviendo en Matehuala, donde padres de familia han cerrado escuelas en protesta por la falta de maestros. Hasta el momento de la elaboración de esta nota, se han contabilizado tres planteles cerrados: Ignacio Lasso de la Vega, José Rosas Moreno, y la primaria Miguel Alemán, esta última sin clases desde el 11 de octubre, afectando la educación básica de los alumnos.
Torres Cedillo aseguró que el problema es limitado, ya que «en términos generales tenemos un 98.8% de maestros frente a grupo». Explicó que el déficit del 1.1% se debe a jubilaciones, fallecimientos y renuncias, lo que representa alrededor de 350 docentes dentro de un universo de casi 33 mil. “Es algo mínimo, pero se juntan muchas personas”, señaló el funcionario, quien subrayó la dificultad de reducir esta cifra debido a que son situaciones que forman parte de los derechos laborales de los maestros.
Por su parte, los padres de familia han acudido al Sistema Educativo Estatal Regular (SEER) en busca de soluciones, pero señalan que su titular, Crisógono Sánchez Lara, ha estado ausente y ha evitado abordar el problema directamente. Lo acusan de delegar la responsabilidad a sus colaboradores, sin ofrecer respuestas concretas, mientras los estudiantes siguen sin recibir clases. Los padres denuncian que Sánchez Lara les ha dado la espalda, dejando en el abandono a las escuelas del Altiplano Potosino y afectando gravemente la educación de sus hijos.
Que sea delito, que docentes abandonen clases para manifestarse: Torres Cedillo
Durante su comparecencia ante el Congreso del Estado, Torres Cedillo solicitó a los legisladores locales que consideren la posibilidad de regular y sancionar a los docentes que abandonen las aulas para manifestarse. Aunque reconoció la legitimidad de las protestas, el secretario subrayó la importancia de garantizar el derecho de los estudiantes a la educación y pidió respaldo para penalizar a quienes obstaculicen el acceso a las escuelas o interrumpan las clases, vulnerando así los derechos de los menores.
«No es una amenaza, yo pido al Congreso que se regule, como en la Ciudad de México, las manifestaciones, porque es ilógico que un padre de familia protesta porque no tienen maestros sus hijos, cierre la escuela y se deje sin clase al resto de los alumnos. Se les escucha, se les atiende, pero esto no quiere decir que estén autorizados para faltar a sus centros de trabajo», comentó Torres Cedillo.
