Con ocho mil trabajadores a cuestas, el secretario de Salud, Daniel Acosta Díaz de León, confiesa que el gobierno de Ricardo Gallardo hace milagros para sacar adelante las nóminas, pero destaca que el bienestar de los potosinos lo vale.
En entrevista para Código San Luis, el funcionario estatal admitió que recibió una Secretaría paralizada, entre otras cosas, por la pandemia, con exceso de personal e infraestructura débil, con un Hospital Central nuevo que llevaba dos años sin funcionar, con otro en Rioverde, pero sin operar y un nosocomio en Ciudad Valles con 31 años que urge sustituir por un espacio digno y funcional. En Matehuala, si acaso, es el único lugar donde se trabaja relativamente bien.
Para ordenar la casa, hubo que revisar todos los indicadores de atención a la salud, programas de prevención, abasto de medicamentos, funciones del personal y espacios de trabajo que incluyen centros de salud, centros de atención a adicciones y otros.
Tres mil enfermeras y dos mil 180 médicos han hecho la labor en campo de combate a la pandemia de covid-19 que, para el neurocirujano, no queda claro si está de salida, aunque reconoce que el ómicron se contuvo gracias a una bien diseñada estrategia de vacunación y aplicación de pruebas de diagnóstico.
Preciso y certero, el secretario de Salud admite que su jefe, el gobernador Ricardo Gallardo, es muy exigente pues quiere a todo el mundo de 24/7, pero que se entienden bien y que tienen un compromiso grande con los potosinos, por eso, para la elaboración de las políticas públicas en salud que se integrarán al Plan Estatal de Desarrollo, se consulta con especialistas de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí y otros expertos que aportan sin cobrar un centavo.
En este sentido, el Gobierno buscará privilegiar la prevención, la atención de primera línea y el diseño de estrategias para enfrentar los daños colaterales del covid como lo son la salud mental y las adicciones.
La clave, dice Acosta Díaz de León, es ir al origen del problema, no a la consecuencia y, para el regreso a clases, el próximo 14 de febrero, el funcionario pide a la población proteger a los niños, aunque son los que menos se contagian, sin embargo, no hay que bajar la guardia ni confiarse.
Consulta la entrevista completa a continuación: