El miedo es una reacción natural ante el peligro. Funciona como una alerta. Es parte de nuestro instinto de conservación. Por ello, ante el temor que provoca el coronavirus temblamos sólo de pensar en un contagio que pueda llevarnos al hospital y luego a la tumba.
De éste estado de ánimo se están aprovechando muchos sinvergüenzas que ofrecen por internet medicamentos que supuestamente previenen y curan el Covid.
Pero estos remedios son productos piratas, más falsos que una moneda de tres pesos. En este momento no hay una vacuna o medicina contra esta terrible enfermedad. Lamentablemente la salud de las personas se ha convertido en una oportunidad para hacer dinero fácil aprovechándose de nuestros miedos.
Y hay que decirlo alto y fuerte: Los medicamentos falsificados significan un grave riesgo para la salud.
No se crea usted de esos charlatanes que en varias páginas Web ofrecen curas mágicas contra el coronavirus. Lo que quieren es enriquecerse vendiendo espejitos por oro.
Estos mercaderes no tienen perdón de Dios. Con su conducta reprobable sólo muestran un total desprecio por la vida de las personas.
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