México y la Unión Europea (UE) reactivaron este viernes la actualización de su tratado de libre comercio, vigente desde el año 2000, con el objetivo de incluir servicios, inversión, contratación pública y productos agrícolas. Este avance ocurre en un contexto de tensiones comerciales impulsadas por posibles aranceles del entonces presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump.
El acuerdo inicial, alcanzado en 2018 y fortalecido en 2020, permitirá que casi todo el comercio de mercancías entre ambas partes quede libre de aranceles. Entre los beneficios destacan la reducción de impuestos mexicanos de hasta 20 % para quesos europeos como el gorgonzola y un incremento en las exportaciones de carne de cerdo de la UE. A su vez, México tendrá mejor acceso para productos como espárragos, miel, atún y jugo de naranja.
Las empresas mexicanas podrán competir por contratos públicos en Europa, mientras que las europeas tendrán oportunidades similares en México, incluso a nivel estatal. Además, se reconocerán «indicaciones geográficas» para productos emblemáticos como el Parmigiano Reggiano, lo que garantiza su autenticidad.
Con este acuerdo, México busca diversificar sus relaciones comerciales y reducir su dependencia de Estados Unidos, para fortalecer su presencia en el mercado europeo.
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