México se ha posicionado como el país con menor regulación para proteger su vasta biodiversidad, según un reciente estudio de World Animal Protection. En contraste, Estados Unidos encabeza la lista con la mayor cantidad de leyes y disposiciones para la preservación de animales silvestres.
La investigación evaluó las leyes que regulan el comercio de fauna silvestre en los diez países más biodiversos del mundo: Brasil, Indonesia, Colombia, China, Perú, México, Australia, Ecuador, India, Estados Unidos y Sudáfrica. Se enfocó en aspectos como la extracción comercial, transporte, cría en cautiverio y venta de especies terrestres.
Estados Unidos, a pesar de ser el décimo país más biodiverso, destaca por tener 24 leyes vigentes y 116 disposiciones específicas para la protección de la fauna silvestre. Este robusto marco legal incluye regulaciones detalladas sobre la extracción, gestión en cautiverio y comercio de animales silvestres, colocando al país en la vanguardia de la protección animal.
Australia y China siguen a Estados Unidos en términos de disposiciones específicas dentro de su cuerpo legal, mientras que México, India y Brasil se encuentran en el extremo opuesto con el menor número de disposiciones.
En América Latina, Brasil se destaca como el país más biodiverso del mundo, pero su marco legal es sorprendentemente limitado. Con solo seis leyes y 19 disposiciones relacionadas con la extracción, cautiverio y comercio de fauna silvestre, Brasil también es el único país de los 11 examinados con una ley específica contra la crueldad animal.
Colombia, que ocupa el tercer lugar en el Índice de Biodiversidad Global, tiene 11 leyes y 62 disposiciones relevantes, siguiendo a Estados Unidos en este aspecto. Perú, con un alto índice de biodiversidad, cuenta con ocho leyes y 32 disposiciones, mientras que Ecuador, octavo en biodiversidad, no tiene leyes específicas sobre bienestar animal, crueldad o salud, a pesar de tener siete leyes y 55 disposiciones diferentes.
México, a pesar de ser el sexto país más biodiverso del mundo, ocupa el último lugar en términos de regulación, con solo tres leyes y 23 disposiciones para proteger su fauna silvestre. Este alarmante déficit legislativo resalta la necesidad urgente de fortalecer las políticas de conservación y protección animal en el país.
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