El 23 de septiembre llegará a México el equinoccio de otoño, un fenómeno natural que provoca que la duración del día y de la noche sea el mismo por la posición del sol. Este fenómeno ocurre dos veces al año: una vez durante el equinoccio de primavera y otra durante el equinoccio de otoño. Durante estos equinoccios, el Sol se encuentra directamente sobre el ecuador, lo que da lugar a que los dos hemisferios de la Tierra reciban la misma cantidad de luz solar.
- Chichén Itzá en Yucatán, conocido mundialmente por el espectáculo que ofrece la pirámide de Kukulcán durante el equinoccio de primavera, también convoca a miles en otoño. Visitantes se agrupan para ser testigos del fenómeno en reversa, en el cual la serpiente emplumada desciende por las escaleras del templo.
- Estado de México, Teotihuacán se viste de blanco. Es tradicional que los asistentes, vistiendo este color, asciendan la Pirámide del Sol en busca de “cargar energía”. Este imponente asentamiento arqueológico, hogar de las pirámides del Sol y la Luna, brinda una experiencia única durante esta fecha.
- Monte Albán, cuna de la cultura zapoteca en Oaxaca, se suma a la lista. Sus estructuras alineadas astronómicamente confieren al lugar un ambiente especial, perfecto para las celebraciones del equinoccio.
- Por último destacar que el en el estado de Morelos, la Zona Arqueológica de Xochicalco se distingue por su observatorio. Durante los equinoccios, la luz solar penetra en una cueva y forma sorprendentes patrones en el suelo, atrayendo a curiosos y entusiastas.