Mientras que la selección del país anfitrión, Estados Unidos, volverá a ser el rival a batir por parte de México, que buscará conseguir su noveno título de campeón, la Copa Oro llega con la gran novedad de la ampliación del cuadro de participantes que pasaron de 12 a 16 para formar cuatro grupos.
El objetivo de la Confederación de Norteamérica, Centroamérica y el Caribe de Futbol (Concacaf) es dar la oportunidad de que cada vez haya mayor participación de selecciones de la región que puedan adquirir experiencia internacional en el torneo que se ha convertido en el pilar de los ingresos que consigue la organización para su desarrollo futbolístico a través de toda la región.
De ahí, el haber organizado un torneo de un mes de duración, incluidas las dos jornadas de la fase preliminar, disputadas en el DRV PNK Stadium, de Fort Lauderdale (Florida), en la que las selecciones de Trinidad y Tobago, Haití y Guadalupe fueron las tres últimas en clasificar de la Concacaf y que junto con la de Qatar, invitada especial, cerraron los cuatro grupos
Habrá, por primera vez, nueve sedes con 10 campos diferentes, siendo el estado de Texas el que se convierte en el gran centro de la competición con cinco sedes diferentes y seis campos, incluido el NRG Stadium de Houston, donde se va a jugar una de las semifinales y la otra será en el nuevo Q2 Stadium, de Austin (Texas).
La gran final se jugará por primera vez en la sede de Paradise, suburbio de Las Vegas (Nevada), donde llega la competición internacional de futbol al nuevo campo del Allegiant Stadium, donde juegan los Raiders de Las Vegas, de la Liga Nacional de Futbol Americano (NFL).