El mexicano Abel Ochoa residente en Texas, que en 2002 mató a cinco miembros de su familia incluidos hijas, esposa, cuñada y suegro será ejecutado este jueves.
El trágico día del crimen, Abel que en ese momento contaba con 29 años de edad, se encontraba bajo la influencia del crack, sustancia a la que era adicto. El joven llevaba meses sin trabajo y obligo a su esposa a entregarle dinero para comprar más producto, cuando este se le terminó tomó su arma y comenzó a matar a todos en la casa.
Inició con su hija de 9 meses, siguió con su esposa Cecelia de 32 años, su otra hija de 7, su cuñada Jacquelin de 20 y su suegro Bartolo, en el lugar también quedó herida otra cuñada de nombre Alma que pudo sobrevivir de las lesiones.
Después de realizar el crimen Abel se dirigió a un supermercado para retirar el dinero de su mujer y con el poder comprar más crack. Fue detenido por elementos policiacos y fue ahí cuando argumento que fue poseído por el diablo y él lo obligo a realizar tales actos.
El mexicano fue condenado a pena de muerte en 2004 y será ejecutado este jueves con la dosis letal del sedante pentobarbital en la prisión de Huntsville, cerca de Houston a las 18:00 hora local. Durante años la defensa de Abel intento cambiar la sentencia de muerte por cadena perpetua pero no le fue concedido.