La meditación por las noches tiene distintos beneficios para ti, si eres una persona que tienen una rutina de vida muy ocupada probablemente tengas problemas de descanso. Está comprobado científicamente que el tener una rutina muy desgastante provoca que acumules estrés, el cual es el culpable de que en las noches tardes para quedarte dormí, te despiertes con frecuencia en la noche o te despiertes con mucha fatiga. Si tienes alguno de los síntomas mencionados, deberías de empezar a practicar meditación durante la noche ya que esta ayuda a que tu cuerpo se relaje con mayor facilidad y así puedas descansar placenteramente.
El no dormir bien es un peligro para tu salud física y mental, en el año del 2020 se realizó un estudio para poder comprobar si una meditación diurna aumenta el descanso en las personas, los resultados fueron positivos y se comprobó que la meditación ayuda a que te relajes y tú cerebro realice sus funciones adecuadamente mientras tú duermes. La meditación durante la noches tiene distintas ventajas para ti como el calmar tu cuerpo y mente, permite que al despertar pongas mayor atención y concentración a tus tareas del día.
Para comenzar tu rutina de meditación es necesario que prepare el lugar donde realizaras el ejercicio, para ello es importante apagar luces y pantallas. Para entrar en un punto mayor de relajación puedes optar por encender incienso o algún aromatizante de lavanda, después de que ya hallas hecho todo podrás meterte a la cama. Una vez que estés acostado acomódate de la mejor manera posible y aquí es dónde empezarás tus ejercicios de meditación. Para lograr un buen estado de relajamiento deberás de concentrarte en tu respiración y después en todas las partes de tu cuerpo que tocan la cama.
A manera que recorres todo tu cuerpo es importante que si quiere relajarte un poco más, tenses por cinco segundos esa parte de tu cuerpo y después la relajes. Si deseas estar consiente de tus sueños deberás de practicar con tu respiración, para ello debes de inhalar por la nariz y retener el aire por cinco segundos para después exhalar Po la boca por otros cinco segundos, este ejercicio se debe de hacer lentamente. El último paso de la meditación es el imaginarte en un bello escenario, es decir un paisaje natural o un recuerdo que te de tranquilidad y cuando menos lo recuerdes ya abras caído en un sueño profundo.