Médicos internos del Hospital del Niño y la Mujer, ubicado en la capital de San Luis Potosí, han denunciado públicamente una serie de abusos laborales en su contra, que van desde restricciones en sus horarios de comida hasta la imposición de horas extras a partir de 10 minutos de retraso. Aún en proceso de formación, los médicos exigen condiciones dignas para cumplir con su labor y mejorar la atención a los potosinos.
La denuncia se hizo viral a través de redes sociales, donde los internos compartieron una fotografía que muestra una lista de reglas impuestas por las autoridades del hospital. Entre las disposiciones más polémicas está la prohibición de comer, salvo en contadas excepciones, en las que deben traer su propia comida debido a la falta de presupuesto del hospital para cubrir este gasto. “El hospital no tiene presupuesto para cubrir su comida”, se lee en la lista de reglas, lo que ha generado indignación. Además, los médicos señalan que “hay cámaras por todos lados”, lo que interpretan como una amenaza y una forma de vigilancia constante.
Ante estas condiciones, los internos han solicitado la intervención de las autoridades hospitalarias y académicas, pues consideran que las restricciones y amenazas afectan no solo su bienestar, sino también la calidad de la atención que brindan a los pacientes. La situación ha llevado a que algunos médicos consideren la posibilidad de cambiar de hospital para continuar con sus residencias, calificando la situación como inaceptable.
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