San Luis Potosí se ha convertido en un inesperado refugio temporal para dos tipos de mariposas que han invadido la ciudad, logran pintar las calles y jardines con un toque de color y naturaleza. Los potosinos ya habrán notado la presencia de dos especies: una de un vibrante amarillo y otra que, con su apariencia peculiar, se asemeja a una mezcla entre la majestuosa mariposa monarca y una polilla. Estas últimas son conocidas como mariposas pinocho.
¿Hacía donde se dirigen?
Esta última sigue una ruta de migración muy similar a la de la famosa monarca. Emigran desde Canadá hacia México, estableciéndose generalmente en los estados de Tamaulipas, Nuevo León y Coahuila. Sin embargo, este año, los cambios climáticos han alterado su comportamiento, empujándolas a buscar nuevas rutas y llevándolas a lugares poco usuales como San Luis Potosí. El exceso de lluvias en junio y julio parece haber propiciado este fenómeno migratorio inusual.
¿Cuál es su apariencia y cómo puedes identificarlas?
Las mariposas pinocho se distinguen no solo por su color y forma, sino también por una característica inusual: una trompa alargada que les ha ganado su apodo. A menudo, por su similitud con las polillas, algunos habitantes las confunden y las atacan, por temor a que sean dañinas. Sin embargo, estas mariposas son inofensivas y, de hecho, resultan ser excelentes polinizadoras, además, desempeñan un papel crucial en el equilibrio del ecosistema local.
Así podemos ayudarlas y protegerlas
En algunas zonas de la ciudad, como Sierra Leona, se ha detectado que muchas de estas mariposas han sido afectadas por envenenamiento debido a insecticidas. En colonias como la Himno Nacional y sus alrededores, donde la vegetación es más abundante y se mantienen áreas húmedas en comparación con el resto de la ciudad, la presencia de estas mariposas es particularmente notable. En estos espacios, es fundamental que los habitantes eviten el uso de insecticidas en sus plantas con flores, ya que este tipo de productos químicos puede ser fatal para las mariposas pinocho.
El fenómeno nos recuerda lo interconectados que estamos con la naturaleza. No sabemos hasta qué punto la conservación de especies como la mariposa pinocho pueda tener un impacto en nuestra propia supervivencia. Mientras tanto, el llamado es claro: cuidemos de ellas. Al optar por no rociar insecticidas en las zonas florales de nuestros jardines, podemos contribuir significativamente a la protección de estas visitantes aladas.
Así, San Luis Potosí se convierte, por un tiempo, en un escenario vivo de color y movimiento. Esta inusual migración no solo ofrece un espectáculo visual para los potosinos, sino que también nos invita a reflexionar sobre nuestra relación con la naturaleza y a tomar medidas conscientes para proteger a estos delicados polinizadores.
Con información de: Silvia Rodríguez. ATMA yoga
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