
La inseguridad que invade la ciudad de San Luis Potosí no distingue clase social o edad, y los asaltos se dan en, prácticamente, cualquier colonia. Recientemente, las denuncias ciudadanas por robos y asaltos han aumentado en las calles aledañas a la Zona Universitaria. Muchos estudiantes han sido víctimas de la delincuencia y aunque han solicitado apoyo policial en varias ocasiones, no han recibido respuesta.
Los principales afectados han sido estudiantes, profesores y colonos de los alrededores del campus universitario. Aseguran que los robos a automóviles han aumentado en los alrededores, sin importar la hora del día. No importa el vehículo, los amantes de lo ajeno no dejan pasar la oportunidad para llevarse cualquier carro que puedan.
Estudiantes que viven día a día y que no portan muchas cosas de valor, más que las esenciales para sus estudios, son asaltados a plena luz del día pues en toda la zona hay una desatención a la vigilancia y resguardo, que debería ser trabajo de la Policía Municipal.
Personas que viven en las colonias aledañas señalan que la presencia de policías es prácticamente nula, y aseguran que muchos de los asaltantes trabajan en complicidad de la Policía Municipal. Además, indican que, por las noches, cuando hay más número de asaltos, la mayoría de las calles no tienen la iluminación suficiente para prevenir que los robos sucedan.
Mientras esta colonia y muchas más de la capital potosina se hunden en la delincuencia, el jefe de la Policía Municipal, Edgar Jiménez Arcadia, gasta su tiempo en las comilonas que organiza el Ayuntamiento y en los restaurantes más caros de la ciudad.