La Marina estadounidense ha llevado a cabo la destrucción de «pequeñas embarcaciones» hutíes que intentaron abordar el Maersk Hangzhou, un portacontenedores registrado en Singapur y operado por una empresa danesa, en el Mar Rojo. Este incidente se suma a una serie de ataques llevados a cabo por los hutíes en la zona en las últimas semanas.
Cuatro embarcaciones procedentes de zonas controladas por los hutíes en Yemen dispararon contra el Maersk Hangzhou y se aproximaron peligrosamente al buque. En respuesta a una llamada de socorro, helicópteros de buques de guerra estadounidenses presentes en la zona se dirigieron al lugar del incidente y, tras recibir disparos, hundieron tres de las embarcaciones en defensa propia. Tres tripulantes perdieron la vida en el enfrentamiento.
Este ataque se produce después de que el Maersk Hangzhou fuera objeto de un ataque con misiles el día anterior, en el que participaron destructores de la Marina estadounidense.
El Maersk Hangzhou, propiedad de una empresa danesa y registrado en Singapur, es operado por Maersk, una de las mayores navieras del mundo. Tras el incidente, la empresa anunció la interrupción de las salidas por el Mar Rojo durante 48 horas.
Las fuerzas hutíes han incrementado sus ataques en el Mar Rojo en las últimas semanas, lanzando más de 100 ataques con drones y misiles contra embarcaciones en esta ruta marítima crucial. El grupo rebelde respaldado por Irán justificó sus acciones como respuesta a la guerra en Gaza y afirmó que sus objetivos son buques vinculados a Israel.
El incidente actual marca el segundo ataque contra el Maersk Hangzhou en 24 horas y revela la creciente inseguridad en la región. Estados Unidos y sus aliados han lanzado misiones para proteger los buques en esta zona estratégica. Mientras tanto, Maersk y otras empresas navieras han desviado sus rutas para evitar los ataques, optando por rutas más largas alrededor del Cabo de Buena Esperanza.
El Ministerio de Asuntos Exteriores británico expresó su preocupación y responsabilizó a Irán por su apoyo a los hutíes, llamándolos a impedir estos ataques que afectan la seguridad marítima en la región. La situación sigue siendo tensa, y las navieras evalúan medidas adicionales para garantizar la seguridad de sus embarcaciones en una de las rutas comerciales más importantes del mundo.
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