El asesinato de los niños Alexander, de 9 años, y Gael Antonio, de 12, desató una multitudinaria protesta en Culiacán, la cual exige justicia por el crimen ocurrido el pasado domingo.
Acompañados de familiares y ciudadanos, miles de personas marcharon vestidos de blanco, con globos y veladoras, para reclamar paz y justicia tras el ataque violento que acabó con la vida de los menores y su padre. Un primo sobrevivió y permanece hospitalizado.
La manifestación comenzó en la Escuela Primaria Sócrates, donde los niños estudiaban, y continuó hasta el Palacio de Gobierno. A su paso, los manifestantes expresaron su indignación contra la falta de respuestas de las autoridades municipales, mientras coreaban consignas como “¡Con los niños no!” y “¡Asesinos!”. Al llegar al Palacio, la protesta se tornó violenta.
Ante la negativa de las autoridades de atenderlos, los manifestantes rompieron las puertas de cristal y causaron daños en el despacho del gobernador Rubén Rocha Moya, lo que resultó en varias personas heridas.
El director de la escuela, Víctor Manuel Aispuro, señaló que el crimen, presuntamente relacionado con un intento de robo de vehículo, desbordó los límites de la violencia, lo que motivó la protesta. En respuesta, el secretario General de Gobierno, Feliciano Castro Meléndrez, destacó la disposición del gobernador para dialogar, aunque la reunión programada no se concretó debido a los disturbios.
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