Ciudad Valles, S.L.P.- «Por mi mamá, por mi hija que desde su tumba ya no puede gritar» fueron las palabras de la familia de Flora Cecilia Salas Alvizu, víctima de feminicidio en el 2008 y que hasta este 2024 su caso sigue impune.
Su hija Helena y su mamá Helen Alvizu encabezan cada año las marchas del 8M, gritando por su ser amado que ya no puede pedir castigo para su verdugo.
El caso que sacudió a la sociedad en la huasteca fue en el 2008, el presunto con un arma blanca asesto inumerables golpes a Flora Cecilia en su hogar, el lugar que se supone era su refugio, el hogar de su pequeña familia, ahí quedo su cuerpo sin vida, su sangre corrió por los pisos, sin que nadie se percatará de los hechos, aprovechando la oscuridad de la noche el crimen atroz se consumó.
«Estoy aquí para que el nombre de mi mamá no quede en el olvido; que ninguna mujer tenga miedo de volver hablar de denunciar violencia..», expresó Elena su hija.
Su abuelita Doña Helen Alvizu porta siempre su cartel “Por mi hija víctima de feminicidio. Flora Cecilia Salas Alviso“, se puede leer en el.
El presunto culpable sólo recibió un año de cárcel y salió libre, le dieron carpetazo al caso. De él no se sabe más, Helena fue criada por sus abuelitos, ella creyó que su mamá Flora era su hermana y que había fallecido por un dolor de cabeza.
Con el pasar de los años y conforme fue creciendo, fue indispensable contarle la verdad, así se enteró que su padre biológico había asesinado a su mamá cuando ella apenas tenía 5 años, y que este había sido denunciado penalmente y que años después habría salido impunemente.
La familia de Flora expresa que su error fue amar y creer en un hombre de mal corazón, que terminó con su vida, hoy marchan nuevamente y hasta que la vida se los permita, hoy seguirán alzando la voz por quién ya no esta, para que otras niñas, adolescentes, jóvenes mujeres y adultas mayores no se callen ante la violencia que viven en su hogar, en su trabajo o escuela, y aunque no es fácil vivir entre recuerdos y sed de justicia, lo que hoy las mueve a salir a las calles y contar su historia es la fe en que sus palabras salvarán una vida.
Seguiremos informando.