Si eres dueño de un perro debes saber que no siempre tienen el comportamiento que desearíamos eliminar o quizás existan malas conductas que no has logrado modificar. No eres el único que se enfrenta a esta situación por eso compartimos consejos para lidiar con el mal comportamiento.
Destrozos por mordeduras
Si se trata de un cachorro hay que entender que muy probablemente esté en proceso mudar los dientes de leche por los definitivos. Él está conociendo el mundo a su alrededor a través de morder por lo que hay que ayudarles a inhibir la mordida.
Hay que evitar dejar cosas que no queremos que muerda a su alcance, como zapatos porque si lo hacemos, él aprenderá por su forma, olor y texturas. En cambio, dejar aquellas que sí queremos que muerda, por ejemplo, juguetes de caucho que se pueden o no llenar de alimento para mascotas.
Es importante reforzar la conducta jugando con él unos minutos al día haciendo uso de este tipo de juguetes y premiarlo por hacerlo, hasta que haya terminado el proceso de dentición.
Ladrido excesivo
El ladrido es una de las formas en las que nuestro perro se comunica. Al igual que otras conductas, se puede adiestrar a través de un comando que implique que el perro pare de ladrar como “silencio”. Es importante no sobre reaccionar al ladrido, es decir, no regañarlo fuertemente pero tampoco consentirlo porque de cualquiera de estas dos formas estaríamos reforzándolo. En cambio, premiarlo cuando obedezca el comando.
Llora cuando salgo de casa
Debemos enseñarle ciertas acciones que lo lleven a comprender que va a quedarse solo, siguiendo prácticas constantes. Mantener la calma, actuar con tranquilidad y no tener interacción con él al menos 15 minutos antes de salir de casa y 15 minutos después de regresar. El objetivo, es trasmitirle nuestra tranquilidad ante estos dos hechos, partidas y bienvenidas.
Es importante asignarle un espacio en casa como zona de seguridad. Un espacio en donde podrá cubrir todas sus necesidades básicas, un espacio positivo, no de castigo, empezando por una casita, transportadora o cama para que pueda descansar, con sus juguetes favoritos para jugar y morder, y por supuesto con un plato con agua para que pueda hidratarse.
En cualquiera de los casos, la repetición es fundamental por un período de al menos 21 días preferentemente continuos para que los ejercicios y comandos se instalen en la memoria de largo plazo de nuestro perro.
Si en algún momento te encuentras en una situación de crisis por alguna mala conducta, puedes consultar a un profesional en comportamiento animal, no importa la edad de tu mascota, siempre podrán aprender a comportarse bien.
Con información de CiudadparaLasMascotas.com
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