Para el apoyo de la Salud de las Niñas y Niños en la entidad, en los Servicios de Salud se hacen acciones de capacitación en estimulación temprana, logrando la participación de 4 mil 374 madres de familia en el tema hasta junio del 2023, informó Ana Rosa Castillo Palencia, Responsable del Componente de Desarrollo Infantil de los Servicios de Salud.
Destacó la importancia de acudir a las consultas del “Niño Sano” en su unidad de Salud, para recibir orientación sobre cómo mejorar el desarrollo de acuerdo a la edad de su hija o hijo, realizar esas actividades en casa, pues a través de la repetición el cerebro logra alcanzar ese desarrollo con habilidades y capacidades a su edad.
Castillo Palencia, detalló que la estimulación temprana consta de ejercicios y actividades a realizarse en niñas y niños durante los primeros 6 años de vida, ayudándose de material didáctico, ejercicios motrices y la interacción directa, para apoyar el máximo desarrollo de las capacidades físicas, intelectuales y sociales, es decir, fortalecer la motricidad para lograr un mayor control de sus músculos, desarrollar las emociones, brindarle un ambiente estimulante con colores, sonidos, formas o texturas, pero lo más trascendente, nutrir la relación entre la niña o niño y su cuidador(a) principal (madre, padre o abuela).
Es importante que estas interacciones de estimulación se realicen desde el embarazo, pues en los primeros años de la infancia el cerebro tiene alta capacidad de crear conexiones en el cerebro que le van a permitir acceder a estas habilidades, pues se mejora la capacidad de concentración, las competencias de motricidad, el lenguaje, el cuidado personal, también despierta el interés de explorar y aprender, fortalece las habilidades sociales como la empatía y la convivencia, la autoestima, pues al estar en contacto con cuidadores principales, le da seguridad para moverse en su medio, además de reconocerle el esfuerzo al realizar una actividad.
¿Cómo estimularle? Hay que considerar algunas actitudes básicas cuando estamos con nuestras hijas o hijos, como la receptividad mutua, el responder el balbuceo, los gritos, la sonrisa, los gestos o la palabra, ya que es la manera de interactuar y conectar de las y los niños de forma natural; el contacto visual, se aconseja procurar verles a los ojos en todo momento, con mirada tierna y cariñosa, mostrando el amor por él o ella, además es importante ponernos a su altura para lograr ese contacto. El mantener contacto físico, el acariciarle con amor y respeto le permitirá sentirse amada(o), por lo que hay que cargarle, arrullarle, abrazarle, transmitir a través del contacto el aprecio y cuidado que tenemos con ellos.
El hablar con la y el niño todo el tiempo, desde que se encuentra en el vientre materno y durante la infancia, de forma clara, tierna y dulce, favorece el desarrollo del lenguaje y fortalece el vínculo afectivo. Además de cantarles, leerles o contarles historias. Hay que aclarar que la crianza debe ser sin violencia, dejar las prácticas parentales hostiles o negligentes, pues la disciplina o puesta de límites debe realizarse sin ningún tipo de maltrato, por lo que les invitamos a promover el juego, ya que a través de este, la niña o niño podrá explorar, aprender, divertirse, convivir con otras personas y a resolver conflictos, concluyó Ana Castillo.