Rioverde, S.L.P.- «Hoy una madre llora a su hija, una niña llora a su madre, y un asesino sin condena…», son los reclamos de justicia ante el asesinato de la joven Alejandra García, mismos que la tarde noche de este lunes hicieran miles de personas en una marcha que encabezaron familiares y amigos.
En el ambiente se percibía un aire de tristeza, coraje, rabia, se escuchaban sollozos, y después el silencio fue absoluto; no había nada que fuera suficiente para cambiar el sentimiento que reinaba en la plaza principal de Rioverde.
Poco a poco mujeres, niños, adolescente, jóvenes, hombres, adultos mayores, cimbraron el tránsito en el primer cuadro de la ciudad; salieron a tomar las calles «a la brava», pues en un acto de indiferencia, el edil Ramón Torres no tuvo la decencia de apoyar con elementos de tránsito o seguridad.
Eran las 20 horas, cuando se escucharon el repicar de las campanas de la Iglesia de Santa Catarina de Alejandría; como si hubiera sido planeado en ese momento la marcha arribó a la Presidencia Municipal.
La manifestación -olvidada por las autoridades- inició con casi 150 asistentes, el número aumentó de manera desmedida conforme pasaron los minutos; se les unieron motociclistas que se colocaron al frente y al final del contingente, para brindar apoyo vial. Al final bloquearon la calle de la Presidencia Municipal, para seguridad de los manifestantes; las patrullas pasaban por un lado con total indiferencia.
«Justicia, Justicia, Justicia», un grito que estremeció a propios y extraños; algunos asistentes con rabia en el rostro con impotencia gritaban al unísono «Queremos Justicia»; un sentimiento indescriptible que fácil se contagiaba entre los asistentes; el silencio lo rompió el llanto de una madre que no podrá volver a abrazar a su hija.
«No olvides su nombre señor presidente, 18 de enero 2021», gritaban todos al arribar a la puerta principal; «Ni una Más, Ni una Menos Vivas nos queremos» gritaban frente a los números monumentales «2021» que instaló el Gobierno del Rioverde para recibir el año nuevo.
En las letras monumentales y en el edificio de presidencia, se colocaron decenas de pancartas con reclamos de justicia, con fotografías de Ale, para que no se les olvide nunca su rostro.
La respuesta de la ciudadanía fue impresionante, la exigencia era la misma. Una mujer adulta mayor con voz fuerte y contundente exigió: «que el Presidente Municipal nos de la cara, porque todo el tiempo pasan problemas y nos dejan solos; que salga y nos de la cara para saber que estamos protegidos por él».
Las palabras sobraban, la tristeza era evidente, la sociedad se encendió exigiendo justicia. No hay sentimiento de seguridad, no hay protección del gobierno.
Un padre nuestro, un ave maría y un rosario se entonó finalmente por una abuelita asistente, que consoló a la madre, hermana y familiares de Ale, todos pidiendo por el descanso eterno de su alma.
«Hoy una madre llora a su hija, una niña llora a su madre, y un asesino está sin condena…»
#JusticiaParaAle