Las principales bolsas de Asia, lideradas por Japón, Corea del Sur y Taiwán, sufrieron un desplome este lunes, siguiendo la tendencia negativa de la semana anterior. Los temores a una posible recesión en Estados Unidos influyeron fuertemente en este retroceso, afectando también a la industria tecnológica global.
El sector tecnológico experimentó un fuerte impacto, con las acciones de las principales empresas tecnológicas, conocidas como las «Siete Magníficas» (Apple, Nvidia, Alphabet, Amazon, Microsoft, Meta y Tesla), registrando importantes pérdidas. Este desplome se debió a la creciente preocupación de los inversores por una recesión en Estados Unidos.
Según informó Reuters, el nerviosismo en los mercados se intensificó después del débil informe de nóminas en Estados Unidos publicado el viernes pasado. Esto ha llevado a los inversores a buscar activos más seguros, al tiempo que se incrementan las apuestas de que la Reserva Federal podría verse obligada a recortar las tasas de interés para estimular el crecimiento económico.
En medio de este panorama pesimista, la firma de capital de riesgo Sequoia Capital emitió un pronóstico negativo para el sector de la inteligencia artificial. La firma advirtió que las empresas necesitarían generar ingresos por aproximadamente 600,000 millones de dólares para compensar los gastos en unidades de procesamiento gráfico de Nvidia.
Durante las operaciones previas al lunes negro, las acciones sufrieron caídas significativas. Alphabet, Amazon y Meta perdieron más del 6% cada una, mientras que Microsoft registró una disminución del 5%. Tesla, la empresa de Elon Musk, experimentó una caída drástica del 11%.
Apple también sintió el impacto, comenzando la semana con una caída de más del 5%, tras haber perdido hasta un 10% el fin de semana. Esta caída afectó significativamente la participación de Berkshire Hathaway en Apple, la cual estaba valorada en 84,200 millones de dólares al final del segundo trimestre.
Por su parte, Bitcoin ha sufrido una caída dramática del 16% en las últimas 24 horas, reflejando la intensa volatilidad que está sacudiendo a los mercados financieros globales. Esta caída se produce en medio de un clima de creciente incertidumbre económica y un comportamiento errático en los mercados de valores, particularmente en Asia.
En Japón, el mercado bursátil ha experimentado un desplome de hasta el 10%, con el índice Nikkei 225 preparándose para registrar su mayor caída de dos días en la historia. Esta caída supera incluso la del famoso lunes negro de 1987, según el medio especializado Zerohedge. La crisis no se limita a Japón; Corea del Sur ha tomado la medida drástica de detener todas las órdenes de venta en un intento por frenar el colapso de sus mercados.
Los mercados europeos también han abierto con números negativos, siguiendo la tendencia de los mercados asiáticos. Esta situación se desarrolla en un contexto de incertidumbre global, donde los inversores están preocupados por una posible recesión económica mundial y la falta de estabilidad en las principales economías.
Las medidas extremas adoptadas por las autoridades surcoreanas subrayan la gravedad de la situación, mientras que el derrumbe del Nikkei refleja una pérdida de confianza que podría tener repercusiones en otros mercados internacionales. A medida que los inversores buscan refugio seguro, los movimientos en Bitcoin y otros activos digitales destacan la volatilidad que está afectando a las opciones de inversión tradicional y emergente.