Este mes de agosto se podrá disfrutar de las lunas más brillantes de todo el año, comienza la noche del día 2 con una Luna llena, la segunda luna llena del verano tendrá lugar el lunes 3 de agosto.
Ese día nuestro satélite estará perfectamente alineado con la Tierra y el Sol, pero ya durante las noches del fin de semana, la iluminación del disco lunar será casi completa.
La coincidencia de dos plenilunios en un mismo mes del calendario es un fenómeno poco frecuente que los astrónomos denominan «Luna azul». Dado que el mes lunar dura aproximadamente 29,5 días-tiempo que tarda el satélite en dar la vuelta alrededor de la Tierra y durante el cual la vemos en todas sus fases, desde la nueva hasta la llena, cuando la Luna está entre la Tierra y el Sol- solo en algunos meses de 30 o 31 días tiene lugar esta coincidencia.
Disfrutemos este fin de semana de las cortas y cálidas noches para observar la luna llena que formará bellas estampas con los planetas gigantes Júpiter y Saturno.
PLENILUNIO
En estos días de verano, el sol sube muy alto sobre el horizonte en el mediodía solar. La luna, en cambio se comporta exactamente de la manera contraria, y se mantiene relativamente baja durante toda la noche. Ello hace que, en los lugares sin contaminación lumínica, las noches estivales de Luna llena sean muy atractivas, pues las tenues sombras ocasionadas por la luz de la Luna son particularmente alargadas, dando al paisaje un aspecto peculiar.
La luna llena hace las delicias de los paseantes o corredores que, en esta época del año, desean algo de iluminación mientras desarrollan sus ejercicios y actividades nocturnas en el campo, la playa, o la montaña.
Sin embargo, la luna llena es siempre una molestia para los astrónomos, pues su brillo hace que la observación de cualquier otro astro en la bóveda celeste se haga más difícil que en las noches sin luna. Ni siquiera para observar la propia Luna el plenilunio es recomendable, pues la iluminación frontal hace que los detalles del relieve lunar no se distingan con claridad.
Este plenilunio de agosto se conoce como Luna del grano, o Luna verde del maíz, en alusión al estado de los cultivos. En Norteamérica también se denomina luna del esturión, nombre dado por algunas tribus amantes de la pesca de este gran pez en los ríos y grandes lagos, pesca que se realizaba con mayor facilidad en esta época del año.
JUNTO A JÚPITER Y SATURNO
Conviene observar la Luna durante el fin de semana a partir de las 22h mirando hacia el sureste.
El Sol se habrá escondido a eso de las 21h30m, dejando todo el protagonismo de la noche a la luna gibosa, casi llena. El sábado 1 estará cerca de Júpiter y el domingo 2 más cerca de Saturno.
Ambos planetas gigantes están ahora sumamente brillantes, a pesar de que ambos están muy lejos de la Tierra: Júpiter 4,2 veces y Saturno 9 veces más lejos que el Sol.
Su intenso brillo se debe a que, al igual que ahora la Luna, ambos planetas se encuentran en la dirección opuesta al Sol. Júpiter ha estado exactamente en oposición el día 14 y Saturno el 20 del pasado mes de julio.
Estos son los mejores momentos, pues, para observar los dos planetas gigantes. Con un pequeño telescopio se pueden apreciar fácilmente sus lunas, la gran mancha de Júpiter y los anillos de Saturno.
La Luna junto con los dos planetas gigantes formarán un trio de gran belleza que irá ascendiendo en el cielo a lo largo de la noche, para alcanzar su máxima elevación, al sur, a eso de la 1h30m de la madrugada, y para acabar acostándose por el suroeste a eso de las 5h, poco antes de que la luz solar ya empiece a adivinarse por el este.
MARTE, VENUS Y LAS ESTRELLAS
Durante estas mismas noches también será posible observar al rojizo Marte, que se levantará por el este a eso de la medianoche y estará próximo a su máxima elevación (esto es, cerca del meridiano, hacia el sur) al amanecer.
Venus, con su brillo deslumbrante, se levantará a eso de las 4h y también permanecerá visible hasta el amanecer: un perfecto lucero del alba.
Aprovechemos el cálido ambiente de estas noches de verano para levantar la vista al cielo y disfrutar del espectáculo. Debido a la Luna llena no será posible ver muchas estrellas, pero siempre es posible y reconfortante reconocer la Gran Osa y el Triángulo del Verano (el asterismo que tiene por vértices a las brillantes Altair, Deneb y Vega) testigos permanentes de las bellas noches estivales en el hemisferio norte