La protección del Gobierno Federal a la Sierra de San Miguelito forma parte de un procedimiento legal que el mismo gobierno no ha llevado a cabo. Por lo que, actualmente, no existe una delimitación precisa, correcta y legal de la Sierra de San Miguelito, es decir, dónde empieza y dónde acaba; fue así como respondió el Ayuntamiento de San Luis Potosí a la solicitud realizada por la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT) para que el gobierno capitalino evite dañar o vender las zonas de reserva de la Sierra como parte de los planes de Desarrollo Urbano y Ordenamiento Territorial.
La dependencia federal dirigió un documento al gobierno municipal de San Luis Potosí a quien le pidió no exceder sus funciones y trabajar en forma conjunta con las instancias estales y federales para que, entre todos, pudieran verificar que el Ayuntamiento no vulneraría las áreas de reserva hídrica que se encuentran en en la Sierra de San Miguelito.
El documento emitido por SEMARNAT, así como un posicionamiento público que hiciera a través de redes sociales Jesús Ramírez, vocero del presidente Andrés Manuel López Obrador, surgen luego de que un bloque de regidores de la capital potosina denunciaran la infinidad de irregularidades que existe en estos documentos y la presunta intención del alcalde interino, Alfredo Lujambio Cataño, y algunos otros ediles, para aprobar este documento sin la revisión ni el consenso necesarios, supuestamente, con la intención de ocultar posibles actos de corrupción.
La SEMARNAT demandó al Ayuntamiento apegarse a la normativa para la declaratoria de Área Natural Protegida y socializar el contenido de sus planes, sin embargo, en un evidente acto de insurrección, Lujambio Cataño reviró a la dependencia federal que, de entrada, todavía ni se hace dicha declaratoria por lo que, a la fecha, no hay nada que tenga validez al respecto.
Diversas versiones sostienen que la reacción de Lujambio atiende a las intenciones de conseguir a toda costa que se aprueben los planes de Desarrollo Urbano y Ordenamiento Territorial por ser estos los medios por los que se estaría entregando la Sierra a los amigos fraccionadores y desarrolladores inmobiliarios de Xavier Nava quienes, en reiteradas ocasiones, han manifestado sus deseos de devastar la zona pese a las implicaciones que esto conlleva.