
A punta de pistola el comandante Angel Luna Guerrero fue asaltado cuando circulaba a bordo de un vehículo Toyota Yaris acompañado por su compañera sentimental, los despojaron del carro, celulares, dinero en efectivo, artículos de valor y hasta la pistola de cargo encomendada al jefe policiaco titular de Plataforma México de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado de San Luis Potosí.
Luna Guerrero viajaba acompañado por su compañera sentimental, una psicóloga que también es trabajadora de la SSPE, cuando de pronto, al circular por el Bulevar Antonio Rocha Cordero de la capital potosina, fueron alcanzados por un carro Neón color azul, mismo que les cerró el paso, el una rápida maniobra descendieron tres sujetos armados e inmovilizaron a la pareja de enamorados.
Apuntándoles a la cabeza, fueron obligados a descender del vehículo, a entregar carteras, dinero en efectivo, celulares joyería y, para rematar, el arma de cargo que la Secretaría de Seguridad Pública otorgó a Angel Luna Guerrero, una pistola calibre 9 milímetros.
Una vez cometido el robo, los maleantes huyeron en los dos vehículos dejando a la pareja de asustadizos enamorados varados a orilla de carretera.
Cuando las víctimas de la delincuencia, que encontró en San Luis Potosí tierra fértil para echar raíces ante la falta de acciones y operativos efectivos de prevención, el comandante y la psicóloga, se repusieron del susto, pidieron ayuda a los automovilistas que pasaban y pidieron ser trasladados al edificio del recién inaugurado C5, desde donde buscaron y rebuscaron tanto el carro robado como a los maleantes, pero se encontraron con que hay cámaras que no funcionan, por lo que no dieron ni con la unidad ni con los malandros.
Una vez que se dieron por vencidos en la infructuosa búsqueda, los trabajadores de la Secretaría de Seguridad Pública fueron llevados a la Fiscalía General del Estado a interponer la consabida denuncia por robo, misma que se apiló junto a las miles de denuncias que todos los días ponen los potosinos de a pie y que, tristemente, duermen el sueño de la injusticia.