Es de los más distintivos de la República y este fin de semana tiene su elección de gobernador, que resulta crucial para el corazón del país, pero igual como ensayo de las elecciones presidenciales del año próximo. Dadas las condiciones se convierte en una bifurcación de caminos hacia el cambio o la continuidad del actual gobierno federal con tantos problemas, aunque todavía con reductos de poder en zonas muy pobres y de alta densidad de población. Repasemos, pues.
De las 32 entidades del país, oigan, el Estado de México es la 25 en extensión territorial pero la número uno en población con 18 millones de habitantes en sus 125 municipios (frente a 9.5 millones de la CdMx). Es, así, la segunda al considerar su densidad poblacional (habitantes por kilómetro cuadrado, después de la capital del país).
Sus municipios son de todo tipo, desde urbanos junto a la gran ciudad (como Ecatepec con 1.7 millones, el más poblado de México) hasta el apacible Valle de Bravo o el rico Naucalpan y tantos pequeños y rurales. Buena parte de su población viene a ser una extensión del crecimiento de la urbe del Valle de México hacia el norte y el oriente, mientras que al poniente está Toluca más lejos y al sur el estado de Morelos.
Su población supera la de cualquier país centroamericano, con un padrón electoral de 12 millones 706 mil personas: en la zona oriente de la CdMx (de dominio morenista) y en el llamado corredor azul al norte de la capital (de tendencia panista), cuando el resto incluye la capital del estado.
Alguien escribió en redes: “Mexiquenses, tal vez votar por el PRI en Alianza con el PAN y PRD no sea lo que algunos soñaron. Pero ¿Qué prefieren? ¿La posibilidad de MEJORAR con un liderazgo joven y trabajador o… la seguridad de EMPEORAR con otra goberladrona palera de López?”.
El grupo Atlacomulco quedaría en el pasado con Peña y Montiel, mientras que la patética dirigencia actual del PRI nacional a cargo de Alito Moreno, debe verse como un accidente que no trascendería a la gubernatura. Lo prioritario ahora es echar fuera al lopezobradorismo que se disfrazó de “4T” y tanto daño está causando… si acaso, que quede como pesadilla de estos años en una nota de pie de página.
En la actualidad son ya 18 los gobernadores de la 4T, incluido el joven potosino del PVEM, que se identifican por sus lamentables desplegados a los que no les cambian ni una coma.
En su cierre dominical, la candidata aliancista prometió detener “la farsa” de transformación que encarna Morena y aseguró que, con su triunfo, se empieza a confirmar la derrota de ese fracasado movimiento en el conjunto del país. Sin confiarse, dijo: “Vamos por votos, votos y más votos” pues su triunfo sólo se asegura con una alta participación. Hemos sugerido facilitar transportes de los ciudadanos en algunos casos.
Veremos una radiografía más fiel y representativa de las tendencias reales o forzadas, pues Morena ha insistido en desmoralizar a la ciudadanía para incrementar la abstención con encuestas que le favorecen, lo que aumenta el peso relativo de sus votantes acarreados.
La maestra de historial tan cuestionado (Delfina Gómez, muy sumisa a AMLO, que llegó a ser titular de la olvidada SEP) se enfrenta a la joven de buena imagen (Alejandra del Moral, quien nació en Cuautitlán Izcalli y fue alcalde de su municipio, así como diputada con estudios de posgrado). Ojo, si la participación de ciudadanos llega a ser elevada van a vencer a la maquinaria oficial.
Sin embargo, en forma similar a AMLO y Sheinbaum, la texcocana no parece perder popularidad en varias encuestas serias a pesar de tantas impugnaciones. Y se observa, en verdad, un anhelo de cambio en contra del PRI.
Cada día confirmamos que el futuro inmediato del país está en juego, y a partir del lunes se podrán apreciar con claridad más datos y tendencias frente a las narrativas. Los estados son el país y ya no deben ser capturados por una secta.
Vendrá luego el referéndum nacional entre un posible futuro de libertades y equilibrios, o un retroceso al peor pasado de ignorancia sin democracia, si es que el asediado régimen no decide hacer a un lado la elección presidencial.
@cpgarcieral
