El futuro de la alimentación se vislumbra lleno de innovaciones y desafíos. Con una población mundial en constante aumento, proyectada a alcanzar los 9000 millones para mediados de siglo, la necesidad de aumentar la producción de alimentos se vuelve imperativa. Sin embargo, este aumento debe hacerse de manera sostenible, evitando la degradación ambiental y la exacerbación del cambio climático. Ante este panorama, surgen dos vías principales que podrían definir la cena del futuro.
La primera vía, de alta tecnología e industrial, se basa en laboratorios, mapeo de ADN y financiamiento colectivo. En este camino, se prevé la incorporación de proteínas sintéticas en alimentos como la carne, la transformación de algas en productos como la mantequilla, y la sustitución de comidas enteras por bebidas embotelladas. Por otro lado, la segunda vía, menos tecnológica pero más sostenible, apuesta por una agricultura más tradicional y centrada en la conservación de los suelos. En esta ruta, se promueve el cultivo de granos antiguos y la revalorización de proteínas alternativas como los insectos.
Según expertos en el campo de la alimentación, ambas vías no están tan alejadas como podrían parecer. El futuro de la alimentación, coinciden, dependerá en última instancia de la forma en que cuidemos y utilicemos nuestros suelos. La redefinición de lo que consideramos alimentos es esencial en este proceso. Se reconoce que lo que antes se consideraba «maleza» o «plaga» puede convertirse en valiosos recursos alimentarios.
En este contexto, se perfilan cinco alimentos que podrían ocupar un lugar destacado en la mesa del futuro:
- Harina de Grillo: Utilizada en barras energéticas, patatas fritas y otros productos procesados.
- Kernza: Un grano antiguo que podría transformar la industria del pan y la cerveza.
- Carne de Plantas: Alternativa a la carne tradicional, con hamburguesas a base de vegetales que ya están ganando popularidad.
- Aceite de Alga: Una alternativa más sostenible a los aceites convencionales, con aplicaciones en la cocina y la industria alimentaria.
- Pollo Creado en Laboratorio: Una innovación tecnológica que podría revolucionar la industria avícola, ofreciendo una alternativa más ética y sostenible a la carne de pollo convencional.
Estos alimentos del futuro reflejan la diversidad de enfoques necesarios para abordar los desafíos alimentarios y medioambientales que enfrentaremos en las próximas décadas.
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